Compostelano de corazón

HOY presentamos en la Facultad de Filosofía de la USC el libro Europa, vocación y destino de España, escrito por Marcelino Oreja, una persona que presume de ser compostelano. No se trata de un error en mi documentación sobre el señor Oreja: él mismo me ha hablado en varias ocasiones de este asunto.

Nació en Madrid en 1935 y fue hijo póstumo de un destacado empresario y diputado tradicionalista, asesinado en 1934 en su pueblo de Mondragón. Quiso el destino que en uno de sus exámenes en la Facultad de Derecho le cayera el tema de los aspectos jurídicos del Camino de Santiago. La ruta jacobea era ya por entonces una de sus pasiones y bordó el examen.

Quizás por ello, cuando
tuvo que elegir destino para su viaje de novios, Santiago fue la ciudad elegida, hospedándose en el Hostal de los Reyes Católicos. En 1976 el presidente Adolfo Suárez
le nombró ministro de Asuntos Exteriores.

Entre sus logros destaca el hecho de que España fuera admitida como miembro del Consejo de Europa, incluso antes de que se hubiese aprobado la Constitución de 1978, algo que se consideró un espaldarazo a la joven democracia española.

Unos años después Felipe González le propuso como candidato a la secretaría general del Consejo de Europa y desde él logró que el Camino de Santiago fuese declarado primer itinerario cultural europeo en 1987, como ejemplo de europeidad y modelo para construir una sociedad fundada en la tolerancia, la libertad y el respeto a los demás.

La ciudad de Santiago supo ser generosa con mi tocayo, nombrándole hijo adoptivo, condición de la que hizo gala desde entonces, interesándose en cualquier país del mundo que visitaba por dónde pasaba el Camino.

No nació en Santiago, pe-
ro es compostelano de adopción y corazón.