Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h

Crisis y renovación en la Guardia Civil

    El polémico cese del teniente coronel Pérez de los Cobos de la jefatura en Madrid de la Guardia Civil ha sido de nuevo actualidad. Tras una primera sentencia del juzgado central que declaró en marzo pasado la nulidad de dicho cese, ahora la Sala de lo Contencioso de la Audiencia ha revocado ese fallo para considerar ajustada a derecho la destitución del militar. El cese del jefe de la comandancia de Madrid se produjo, según el ministro, por haber perdido su confianza, al ho haberle informado sobre unas actuaciones que llevaban a cabo en la comandancia madrileña. Pérez de los Cobos había sido designado por el gobierno de Mariano Rajoy, que también lo eligió para coordinar el dispositivo policial del 1-O. Pudo ser cesado en el mismo momento que el Ministro ocupó la cartera en 2018, pero lo mantuvo en su puesto hasta que fue destituido al perder su confianza en función de la naturaleza del cargo que ocupaba que era de libre designación

    La polvareda se levantó entonces porque el cese vino de la mano de la filtración de un informe, muy mal elaborado, por agentes de policía judicial del centro dirigido por de los Cobos, sobre la causa que se instruía en un juzgado de la plaza de Castilla.

    Pero, ese informe en cuestión, fue solo la gota que rebasó el vaso por una actuación continuada de Pérez de los Cobos que parecía alejada de la neutralidad política exigible a un funcionario público. La Audiencia Nacional no ha visto desviación de poder en el cese que, además, está suficientemente motivado.

    Pero la reflexión a propósito de esta crisis ha de ser de mayor calado : la policía judicial está deficientemente regulada en España. Y si algo hay claro en su débil régimen jurídico, es que los policías que investigan por orden judicial, aún manteniendo su dependencia orgánica, están exclusivamente vinculados a los jueces; unos agentes que además deben guardar rigurosa reserva de sus pesquisas. Lo que no excluye que el mando máximo del centro donde operan dichos agentes, tenga la obligación de conocer lo que pasa en su mando, y el deber de informar a sus superiores. Precisamente aquí es donde esta reciente sentencia de la Sala de la Audiencia pone el énfasis sobre la pérdida de confianza en la actuación del militar : no fue cesado porque dejara de informar al ministro sobre el contenido de las actuaciones judiciales, sino sencillamente porque no informó de nada.

    La teoría y la experiencia demuestran que para dirigir con éxito a la Guardia Civil es fundamental conocer bien el universo que conforma esta singular Dirección General que es la de la Guardia Civil, con nivel orgánico de subsecretaría. Un crucial centro directivo del Estado que irradia toda su actividad desde un complejo Gabinete Técnico, a cuyo frente está un general como apoyo a la dirección política de la Guardia Civil, y que está encargado de la coordinación, con la Dirección adjunta operativa. Sin olvidar la secretaría del Consejo de la Guardia Civil, como órgano de representación de las inquietudes y expectativas de todos los mandos del instituto armado.

    Porque, quien asume la dura misión de dirigir a la Guardia Civil, ha de tener capacidad de aguantar la presión en todos los ámbitos del ejercicio del cargo, escuchando a todos los interlocutores, que solicitan y proponen muy distintas soluciones para los mismos problemas de la Guardia Civil. Uno de los pendientes, y de mayor voltaje, es sin duda es la desmilitarización. Los que hemos estudiado los entresijos jurídicos estructurales de este Cuerpo de Seguridad, sabemos bien que la Guardia Civil mas allá de la conservación de su naturaleza militar necesita un nuevo modelo de ejercicio del mando, que no olvide su carácter servicial y la necesidad de atender al interés general. Los instrumentos de planificación estratégica han de renovarse, integrando las diferentes sensibilidades e intereses, siempre en relación con el superior del cumplimiento del servicio público y del respeto de los derechos fundamentales, y, también los de profesionales de la Guardia Civil. La renovación de la Guardia Civil pasa por un trabajo colectivo para configurar un nuevo proyecto de despliegue, organizativo, territorial y funcional de la Guardia Civil. Un plan que presente aspectos estrictamente operativos y otros más relevantes que inciden de manera directa en la vida personal y familiar de los guardias .

    Un plan estratégico que no puede elaborarse sin contar con la participación y colaboración de los propios guardias civiles, a través de las asociaciones representativas de sus inquietudes profesionales. Porque , la Guardia Civil tiene que seguir siendo el Cuerpo referente de la seguridad pública en España, desde la renovación del compromiso exigente por conseguir el mejor futuro para los miles de hombre y mujeres que la integran.

    19 sep 2021 / 01:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
    Tema marcado como favorito