Dos meses en la Casa Blanca
LA firma del plan de rescate por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por valor de 1,6 billones de euros tras su aprobación por las cámaras legislativas es el primer paso desde su llegada a la Casa Blanca para indicar que la lucha contra las consecuencias económicas y sociales provocada por la pandemia es su primera preocupación en esta primera fase de su mandato.
La cantidad aprobada pretende dar mayor cobertura sanitaria a las clases medias y ser un referente parta la lucha contra la pobreza infantil que padecen 60 millones de niños en Estados Unidos. No fue fácil que la propuesta legislativa de Biden saliera adelante en su debate parlamentario y desde el Partido Republicano se considera que es un instrumento para poner en marcha políticas progresistas innecesarias. Sin embargo, a los dos meses de su llegada al Despacho Oval, la popularidad de Biden está muy por encima de la que tenía su predecesor Donald Trump en el mismo tiempo, con más de un 51 % de aceptación, aunque está por debajo de la que obtuvo Barack Obama.
Tras haber dedicado sus primeros días a dictar órdenes ejecutivas que revirtieran algunas de las decisiones más controvertidas de Trump, como la vuelta al acuerdo de París, a la OMS o las adoptadas para la vuelta al multilateralismo, “American is coming” frente al “America First”, el plan de rescate se presenta como la oportunidad para reconstruir la columna vertebral del país y dar a la clase media la oportunidad de salir adelante y sobre todo para reunificar un país que ha sufrido las consecuencias de las políticas de Trump.
El plan ha llegado a tiempo para que se renueven las ayudas a los parados que caducaban a mitad de este mes, y sobre todo pone el acento en las clases trabajadoras. Si una de las primeras medidas de Trump fue la reducción de impuestos a los más favorecidos, Biden ha dado la vuelta a la tortilla y ha puesto el foco en el rescate de las familias que tienen los ingresos más bajos.
Todo apoyado en un gigantesco plan de vacunación que ponga a disposición de los estadounidenses la posibilidad de vacunarse con la promesa de que a partir del mes de mayo habrá vacunas a disposición de todos los ciudadanos y frenar así el rastro de desolación que el COVID-19 ha causado, con más de medio millón de compatriotas muertos. Está en camino de cumplir su promesa de que en los primeros cien días de su mandato haya cien millones de estadounidenses vacunados.
El éxito de la aprobación del plan de rescate, no oculta que el debate políti-
co que ha suscitado aleja la posibilidad de un mínimo acuerdo entre los dos grandes partidos y ha sido el aperitivo de lo que se prevé una legislatura a
cara de perro.