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Durá

Uno de los iconos más grandes y respetados de todos los tiempos es, sin lugar a dudas, la italiana María Montessori, la dottoressa por excelencia, la primera mujer médico de Italia, y la persona que lo cambió todo, de forma radical, en el campo de la pedagogía a finales del siglo XIX y principios del XX. Era una humanista de unas dimensiones sobrenaturales. Comenzó estudiando ingeniería a los 14 años. Tras eso, hizo lo propio con estudios de biología, para, a continuación, sin descanso, fue aceptada (tras un sinnúmero de problemas, bien es cierto) en la Escuela de Medicina de la Universidad de Roma. Todo ello en 1896, cuando contaba con tan sólo 26 años. No contenta con todo eso, hizo Antropología y se doctoró en Filosofía. Feminista consecuente, fue una de las primeras en abanderar la lucha por los derechos de las mujeres en todos los campos. Y piensen que estamos hablando de una época en que existía un status aparentemente inamovible en el cual la mujer era, prácticamente, esclava del hombre. Comienza pronto a investigar. En paralelo a lo que hacía en Viena Sigmund Freud, hace su propio catálogo de enfermedades mentales. Y, aquí viene lo bueno. Es la primera persona que se interesa de verdad por los niños discapacitados. Trabaja e interactúa con ellos. Y se da cuenta de que pueden ser activos y valiosísimos con un esfuerzo mínimo. Casi basta el interés...

LAS MIGAS DE PAN

La periodista Marga Durá publica, en Destino, una hermosa novela que se llama El prodigio de las migas de pan. En ella nos cuenta, con todo lujo de detalles, la vida de una mujer ficticia, pero cuyas características están entresacadas de las que fueron ayudantes o estuvieron muy próximas a la dottoressa. Esa persona se nos presenta bajo el nombre de Claudia Caralt, y se nos dice que su madre era una famosísima retratista de la Roma finisecular. A lo largo de sus casi 700 y apasionantes páginas, Claudia vivirá una existencia llena de contrastes, o, más bien, algo muy semejante a habitar en una montaña rusa. Desde una temporada en una masía de gente que en tiempos fue adinerada hasta una fuga hasta la patria de su madre, harta de sufrir un auténtico martirio a manos de su familia (una vez desaparecida su madre) y para salvarse, entre otras cosas de un matrimonio forzoso con un auténtico monstruo que ya ha matado, a golpes, a su primera esposa (historia, por cierto, de la que ha salido completamente impune). Y me niego a adelantar más. Pero sepan que ya tienen a su disposición uno de esos textos adictivos, frenéticos, terribles, que se leen con el corazón en un puño hasta la última línea de un tirón, pero que nos enseñan de verdad qué es la vida dura...

29 nov 2021 / 01:00
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