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Reseña Musical

El “IRCAM”, de Pierre Boulez en el “CGAC”

    El “CGAC” tuvo un período boyante en los noventa a través de su Departamento de Música, con la serie de conciertos monográficos y perfiles de compositores, citas de “Xornadas de Música Contemporánea”, en colaboración con la “USC” y encuentros en los que siempre se tuvo como garantía al propio “Taller del CGAC”. Una de aquellas actividades realmente sobresalientes, fueron los “Encontros IRCAM” (Institut de Recherche et Coordination Acustique/ Musique Centre George Pompidou)”, de París. Cuatro jornadas en programación de actividades, comenzadas con una presentación general de ese centro y sus programas informáticos, antes de concluir con un concierto representativo, con cuatro obras que representaban a creadores vinculados a él. Philippe Manoury, Fréderic Durieux, Kaija Saariaho y, evidentemente, Pierre Boulez. Para la interpretación de las piezas, estuvieron la flautista Catherine Bowie y el clarinetista Pierre Dutrieu, asistidos por miembros que formaban parte del proyecto didáctico de Técnica IRCAM: Mikhail Malt, Laurent Pottier y Alexander Mihalic.

    Gloria Moure, directora artística entonces del “CGAC”, sentaba los prolegómenos en las notas de presentación: Del mismo modo que la tecnología es la prolongación lógica de la cultura, las técnicas configurativas, plásticas o visuales, son los modos como la creación artística se proyecta en lo concreto. El considerar lo técnico o lo tecnológico como subproducto impregnado de banalidad y efectismo es un error a menudo cometido tanto por los artistas como por sus críticos. Los “Encontros do IRCAM”, deben apreciarse en este contexto de necesidad y oportunidad por eso me complace especialmente que el “CGAC” sea el marco en el que estas prestigiosas jornadas tengan lugar.

    A pesar de que existían desde la inauguración del “IRCAM”, en 1977, es a partir de 1989, cuando el “IRCAM Pedagogía” se desenvuelve para cumplir una visión más amplia. De hecho, en un principio, las actividades didácticas del “Centro”, se centraron ante todo en la formación de compositores en el empleo de nuevos medios informáticos, así como el de ofrecer al público en general información básica sobre el desarrollo de la música contemporánea, empleando o no medios tecnológicos. Desde la segunda mitad de los ochenta, ya se puso de manifiesto que el saber específico desarrollado en el “IRCAM”, era necesario mucho más allá de la composición. Existía una demanda que implicaba que el ”IRCAM” debía ofrecer a todos los públicos interesados en la interacción entre música y tecnología, una formación extensa e información que las estructuras educativas formales, no eran capaces de darles, debido a la separación evidente y al desfase consecuente entre la investigación, la producción pedagógica que perdura en las artes, pero no en las disciplinas científicas.

    “Encontros IRCAM”, en los que pudimos seguir cuatro de las obras de compositores posibles, dentro de un cuadro que podría resultar bastante más amplio. El cabeza por excelencia, Pierre Boulez, fundador en 1954 de los “Domaine Musical”, una idea permanente de las vanguardias, frente a los cuales estará hasta 1967. Activo y combativo, desarrollará sus teorías de composición en “Pensez la musique aujour d´hui”, al tiempo que en “Relevés d´apprenti”, analizará las obras primordiales de la tendencias contemporáneas, rechazando modelos fraudulentos que pretendían sentar autoridad. Obras como “Rituel in memoriam Bruno Maderna”, estrenada en 75, pondrán la vía para uno de sus trabajos de madurez señeros, “Repons”, que pasará por tratamientos renovadores en años sucesivos. Recordadas serán por los aficionados operísticos, las temporadas dedicadas a la “Tetralogia”, wagneriana, en el templo sacro de Bayreuth. Metido en las especulaciones vanguardistas, tuvo enfrentamientos con los propulsores de las llamadas “músicas concretas”, a los que calificará como falacia especulativa.

    “Dialogue de l´ombre doublé” (1985), fue la obra presentada, tomando la idea a partir de “Le soulier de satin”, de P.Claudel, en una alternancia de estrofas y de transiciones interpretadas por el clarinetista. Las estrofas se tocaban en escena, en directo; las transiciones se había grabado previamente, emitiéndose con altavoces. Las transposiciones entre las estrofas desvelaban los diferentes campos de diálogo entre el clarinetista y la cinta. Los instrumentos se fundían a veces el uno en el otro, en total amistad; a veces divergían violentamente para encontrar finalmente un compromiso. Una obra que fue dedicada a Luciano Berio, en su sexagésimo aniversario.

    Philippe Manoury había comenzado a trabajar composición asistida por ordenador con Pierre Barbaud, en 1975, antes de incorporarse al “IRCAM”, cinco años después, para el que compondrá “Zeitlauf”. Entre 1987/ 91, abordará el ciclo de cuatro obras: “Júpiter”, “Plutón”, “La partition du ciel et de l´enfer” y “Neptune”, con la ayuda de ordenadores. En esas fechas trabaja en la ópera “60e parallèle”, para el Thèâtre du Chatelet. La obra escuchada fue “Júpiter”, para flauta y ordenador 4X, proyecto ya iniciado con Lawrence Beauregard, a quien está dedicada “In memoriam”. Sería Miller Puckette quien finalmente elaboraría el entorno informático requerido, demandando al “4X” la responsabilidad sonora de todo, quedándose la flauta tratamientos distintos.

    Kaija Saariaho procedía de la Academia Sibelius de Helsinki, en donde se había formado con Paavo Heininen y del Fribourg-en-Brisgau, con Brian Ferneyhough, antes de incorporarse al “IRCAM” en 1992. Actualmente, es una de las compositoras de vanguardia de primera línea, pero de las obras de relieve entonces, destacaban “Château de l´âme”, encargo del Festival de Salzburgo; “Verblendungen”, “Solar” o “Du cristal et...à la fumée”, composiciones estrenadas por grandes directores. “Noa, Noa”, obra en cartel, para flauta y Estación de Informática Musical del “IRCAM”, “SIM”, basada en un ordenador “Next”. Un título que se refería a un grabado en madera de P. Gauguin, así titulado. Parte de los elementos de la flauta, se realizaron con la ayuda de Camilla Hoitenga, a quien está dedicada.

    Fréderick Durieux, tuvo como maestros a Betsy Jolas e Ivo Malec, ingresando en el “IRCAM”, a mediados de los ochenta, comenzando con prácticas de investigación musical, antes de ser becado por la “Villa Medicis”, de Roma. Desde 1991, era profesor de análisis y de técnica de escritura de la “DEA” y de musicología del XX, en el “IRCAM”, participando en el “Ensemble Intercontemporain”, de Pierre Boulez. Suya era “Devenir”, para clarinete y entorno informático. Los sonidos elegidos para la pieza se limitaban voluntariamente a un clarinete en Si b., y un clarinete bajo, con algunas transformaciones electrónicas que dejaban siempre surgir el instrumento original a solo. Nacía como una colaboración del coreógrafo Dominique Bagouet y del novelista Jean Rouaud, con un agradecimiento a las colaboraciones de Leslie Stuck y André Trouttel.

    25 may 2020 / 21:27
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