Energía solar más barata

Uno de los problemas que a día de hoy es preciso resolver para avanzar en la lucha contra el cambio climático es el desarrollo de nuevas fuentes de energía que nos permitan realizar la llamada “transición energética” desde las basadas en el consumo de combustibles fósiles, altamente contaminantes, a las renovables. Aunque se ha progresado mucho en los últimos años, todavía queda mucho por hacer. Sin embargo, a veces nos encontramos con noticias esperanzadoras.

El aprovechamiento de la energía solar y su transformación en energía eléctrica es ampliamente conocido. Vemos las placas o células solares en todo tipo de edificios o en grandes extensiones, los llamados ‘huertos solares’. Sin embargo, una de las limitaciones de esta forma de energía es que, en general, no es muy rentable. Entre otras razones, por el elevado precio del silicio de alta pureza que se utiliza para su fabricación y por la baja eficiencia del proceso de conversión de la energía solar en energía eléctrica. Por ello, en el ámbito de la energía fotovoltaica se están llevando a cabo intensas investigaciones para mejorar la eficiencia de las células solares.

Los esfuerzos se centran en el desarrollo de la energía fotovoltaica en tándem o de unión múltiple. Se pretende aprovechar la energía del espectro solar de forma más eficiente, recogiendo no solo la energía del espectro infrarrojo, que es la que absorbe el silicio, sino también la energía de los espectros visible y ultravioleta. Para ello, además del silicio, se añaden otros elementos semiconductores que se encuentran situados en los grupos III al V de la tabla periódica de los elementos químicos, como por ejemplo el galio, el germanio, etc. A estas nuevas células solares se les llama células solares en tándem III-V/Si.

En la actualidad se trabaja en hacer la deposición de los diferentes semiconductores en la célula de forma sencilla y barata. Con la introducción de los nuevos semiconductores se consigue, por una parte, aumentar la eficiencia del proceso de generación de energía, habiéndose alcanzado un nuevo récord con una eficiencia del 34,5 %. Además, es posible trabajar con silicio de menor pureza y, por lo tanto, más económico. Todavía es necesario seguir trabajando para aumentar más esta eficiencia y para mejorar la rentabilidad de la producción, pero se está avanzando muy rápido.

Por otra parte, esta nueva tecnología no solo mejora considerablemente la obtención de energía a partir del sol, sino que también se puede aplicar a otros campos que requieren grandes cantidades de energía, como por ejemplo a los procesos electrolíticos.

Estos procesos sirven, por ejemplo, para obtener hidrógeno a partir del agua al romper la molécula de agua en oxígeno e hidrógeno. Y hoy en día, el hidrógeno es otro posible combustible para el futuro, aunque aún tenemos problemas para su almacenamiento seguro.