Ensanchar mayorías

la reforma LABORAL va camino de convertirse en la china más grande de cuantas hay en el zapato de la coalición de Gobierno. El acuerdo firmado en con la patronal y los sindicatos –previo choque de egos entre las vicepresidentas Calviño y Díaz– empezó siendo un gran logro para los socios en el Ejecutivo y puede acabar como un fracaso, o por falta de apoyos o por la brecha reabierta –otra más– entre el ala socialista y la de Unidas Podemos. El ‘no’ de Esquerra Republicana ha planteado a la coalición un nuevo escenario en el que cada uno mira a un lado diferente.

Gabriel Rufián, molesto porque se le ha planteado la negociación sobre la reforma como un plato de lentejas –o las tomas o las dejas– no dará esta vez el brazo a torcer. Tampoco Bildu. Así que, en la busca de apoyos en el Congreso, el Partido Socialista empieza a buscar otras opciones mirando a la derecha, donde es posible pescar porque Inés Arrimadas ya ha dejado entrever que podría apoyar la reforma porque, aseguró, el mercado laboral “puede empeorar mucho si la llave la vuelve a tener Bildu y ERC”. Con Ciudadanos y la abstención del PNV la norma laboral tendría apoyos suficientes en el Congreso.

Pero que reforma salga adelante con el apoyo de la formación naranja es una opción que causa espanto a Unidas Podemos, al que le resultaría muy complicado justificar ante su electorado la imagen de su vicepresidenta –artífice trasquilada de la reforma– del ganchete de Arrimadas. Yolanda Díaz sigue haciendo equilibrios y mirando a la izquierda. Pero el PSOE habla ya de “ensanchar” las mayorías tras el portazo de Rufián al pacto laboral. Lo dijo ayer el ministro Bolaños. Se avecina tormenta. X. cibes