Fútbol: Entrenar o bien entretener

EN MI CÍRCULO de relación social y alrededor de unas cañas en el D. Manuel se realizan análisis y discusiones dignas de aplicar en las academias. Las discusiones son vehementes, como las de antiguamente, nadie tiene más razón que nadie, pero nos encienden y llaman la atención del personal que por allí anda.

Estos días le tocó al papel de los entrenadores y muchos opinamos que, en la actualidad, los técnicos entretienen más que entrenan. Seguramente la bonanza y los cambios sociales, el acomodo de los jugadores y su poca implicación, sean los causantes. Si les exiges se van a otro equipo que ayuda a generar descontento y le abre su puerta para que fuerce la salida. Seguramente habrá más causas, pero creo que estas son las primordiales.

A pesar de todo, no es disculpa para continuar con la línea de estas publicaciones para aportar mi opinión y ayuda a los técnicos, centrándome en la labor más importante de los entrenadores, que es entrenar y hacerlo lo mejor posible con entrenamientos competitivos, integrados en la competición, con tareas dinámicas, estimulantes, específicos y de calidad, incluyendo actividades preventivas y siempre de utilidad.

Se debe entrenar, enseñar, dirigir, generar un entorno agradable, de confianza, que propicie las condiciones para aprender y prepararse llevando a buen fin las tareas de entrenamiento propuestas, que deben ser:

Tareas que planteen situaciones semejantes al juego, bien estructuradas, periodizando la formación individual y táctica, formar las jugadas de forma analítica para aprender y de forma global para entrenar y dominar. Las tareas de entrenamiento deben ser siempre un estímulo

Entrenamientos con competitividad. Es necesario que exista competición dentro de las sesiones. Esto viene dado desde la confección de la plantilla, teniendo un número de jugadores comprometidos, que asegure la competencia leal en cada puesto.

El jugador compite consigo mismo, con los compañeros y con los rivales.

Entrenamientos útiles para aprovechar el máximo tiempo en cada entrenamiento. A su vez que cada tarea sea lo más útil posible para conseguir los objetivos pretendidos. Hay que evitar las tareas de relleno, aquellas que se introducen por el mero hecho de cumplir con el tiempo estipuladode entrenamiento. Entrenar y no entretener.

Entrenamientos dinámicos. A más tiempo útil del entrenamiento (en donde también se añade el tiempo destinado a la recuperación entre ejercicios), los entrenos serán más aprovechados. Actualmente, el tiempo útil de entrenamiento suele estar en torno al 75% del tiempo total, dejando siempre un margen de tiempo para explicaciones, las cuáles han de ser claras, precisas y concisas, evitando alargarse, pero asegurándose del pleno entendimiento de la misma. Dicción clara y explicación simple. Prestar atención a la densidad.

Entrenamientos integrados en la competición. Las tareas que planteemos, sea cual sea el objetivo físico o técnico, deben estar dentro de la idea táctica que se tiene para plantear el partido. No olvidemos que realizar una tarea sin tener en cuenta esto, hará que, a la hora de competir echemos en falta haber aprovechado esa o esas tareas para mejorar aspectos tácticos en referencia a situaciones que se pueden dar en la competición. Que lo entrenado sirva para el tipo de juego que queremos hacer.

Tareas preventivas: Es necesario dejar en cada entrenamiento un margen de tiempo para el trabajo preventivo y compensatorio.