Guerra en el PP de Vigo

relevo Si hay una familia política mal avenida en Vigo es la del PP. Con el congreso local en el horizonte para finales de noviembre o principios de diciembre, tras el desierto de vida interna que han representado los dos años de la gestora presidida por Corina Porro, ahora mismo entre los populares de la ciudad olívica impera la ley del viejo oeste con todos disparando contra todos.

Sin candidatos oficiales a presidir el partido y a optar por la alcaldía de Vigo, las aguas están muy agitadas en el PP con movimientos en contra de quien se apunta con avales de la dirección gallega, Marta Fernández Tapias, así como del por segunda ocasión aspirante, el exconselleiro de Economía Javier Guerra. Éste no pierde compás en el contacto con militantes para tantear los acuerdos con que contaría si finalmente se decide a dar el paso de presentarse para comandar al partido e iniciar una nueva etapa para combatir al enemigo más duro con el que se ha enfrentado el PP en los más de 43 años de democracia después de que Abel Caballero consiguió en 2019 elevar el apoyo de los vigueses hasta contar con 101.058 papeletas.

Entretanto, el nuevo coordinador del PP de Vigo, el conselleiro de Sanidade, se enfrenta a una compleja tarea derivada de recomponer el partido ante la creciente agitación en que se encuentran las numerosas familias del partido intentando colocar a sus favoritos, especialmente con vistas a las elecciones municipales de 2023, ya que tan solo queda año y medio para dar forma al nuevo aspirante a la alcaldía de Vigo con el que mejorar los exiguos resultados de 2019 que dieron a los populares 4 escaños. m.G.