¿Hay lealtad en el PSdeG?

¿QUÉ ESTÁ PASANDO en el PSdeG? Hace tiempo que Gonzalo Caballero insiste en hacer llamamientos a la unidad y a la lealtad dentro del partido consciente de que la división interna es irreparable y su futuro, tras la debacle de las autonómicas, pende de un hilo que se maneja desde una calle Ferraz que vive a sobresaltos desde que el Bloque en Galicia e Isabel Díaz Ayuso en Madrid sumieron a los socialistas en la más absoluta indiferencia... a la espera de lo que suceda en Andalucía.

Gonzalo Caballero sabe que el apoyo desde la cúpula del PSOE es limitado, que Abel Caballero anda a lo suyo, que en la provincia de A Coruña van directamente a por él, que Ourense no cuenta y en Lugo la sombra de Gómez Besteiro es demasiado alargada.

La situación para el todavía secretaro xeral tiene que ser extrema cuando dedica la mayor parte de su tiempo ante el comité nacional del partido a hablar de aspectos, en teoría, ajenos a la convocatoria de la primera xuntanza presencial tras la pandemia. ¿Es tan evidente el divorcio? ¿Hay diferencias irreconciliables? ¿Hace cada uno la guerra por su cuenta? ¿Siente Gonzalo que en su entorno más directo hay movimientos?

Las respuestas son apelaciones a lealtad y unidad que sorprenden a los militantes desconocedores de las luchas que se gestan dentro de los partidos. Pero esos mensajes certifican que el movimiento interno solo puede ser atajado desde Moncloa. Galicia no es una de las prioridades de Pedro Sánchez, cómodo con un Alberto Núñez Feijóo alejado de la foto de Colón, justo el lugar donde quería verlo Gonzalo, que ahora vive más pendiente de sus fantasmas. Es una cadena. aNTÓN TRABANCA