Jóvenes peregrinos
A sólo unos meses para que termine el Xacobeo 21-22, están trascendiendo unos números de visitantes y peregrinos a Compostela que superan las mejores expectativas. Es evidente que el Apóstol Santiago sigue atrayendo a miles de personas a pesar de la pandemia, la inflación, y la crisis, también de valores, que estamos sufriendo. Una peregrinación que merece una reflexión especial tuvo lugar entre los días 3 y 7 de agosto con motivo de la estancia en la capital de Galicia de los 12.000 jóvenes que participaron en la “Peregrinación Europea de Jóvenes 2022”.
Llegados a través de las rutas Xacobeas, los jóvenes fueron cariñosamente recibidos, acogidos por la brillante organización del evento, y apoyados por unos 400 voluntarios que facilitaron alojamiento, comidas y asistencia. El lema “Joven, levántate y sé testigo” proponía un reencuentro con la figura y el ejemplo de Jesucristo, reivindicar una vida de fraternidad, y animar a los jóvenes a proclamar y compartir con alegría las enseñanzas del Evangelio. La homilía de clausura tuvo lugar en el Monte do Gozo, y fue oficiada por el legado pontificio y obispo emérito de Fátima-Leiria, el cardenal António Augusto dos Santos Marto, acompañado, entre otros, por el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, y el arzobispo de Santiago, Julián Barrio.
En dicho acto se reivindicó el papel esperanzador y transformador de estos jóvenes; incluso como “embajadores jacobeos”, como señaló el presidente de la Xunta Alfonso Rueda. Así lo expuso el enviado papal, quien aconsejó a los asistentes acometer esa renovación social a través de una nueva forma de relacionarse basada en el amor y en el servicio a los demás. Los jóvenes participaron en talleres y conciertos, además de asistir a actividades religiosas y de reflexión. Se divirtieron, como es natural a su edad. Eso sí; no hubo conflictos ni abusos ni pinchazos, dando así ejemplo de que saben cómo divertirse de forma sana y alegre.
Tan sólo los vecinos de algún barrio se quejaron del ruido de los jóvenes a su paso por las calles, y solicitaron que cuidaran la ciudad. Los santiagueses opinamos que esta crítica debería hacerse extensiva a tantas otras ocasiones festivas; porque, de no ser así, podría parecer que molestan únicamente los jóvenes católicos.
Aunque ha sido una incomodidad puntual y lógica debido al número de participantes, dada la atracción turística que ejerce Compostela, la Xunta de Galicia ya ha encargado un “observatorio de sostenibilidad turística” que, a buen seguro, dará resultados. Entretanto, nos quedamos con la imagen esperanzadora que dejaron en nuestra retina esos peregrinos de toda Europa descritos por Monseñor Julián Barrio como “jóvenes pegados a la realidad”, capaces de esforzarse por un mundo mejor.