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RESEÑA MUSICAL

La “OSG”, en el “ LXIV Curso de Música en Compostela”, con obras de Roberto Gerhard, A.García Abril, Eduardo Soutullo y Francisco Coll

    Concierto de las actividades del “LXIV Curso de Música en Compostela”, con la participación de la “OSG”, dirigida por Pablo Rus Bruseta y la colaboración del barítono Sebastià Peris Marco, en la obra de Eduardo Soutullo “Shabdalamkara”, ofrecida en estreno. Pablo Rus, se inicio como director asistente en el 2015, en la”Seattle Symphony”, de la que llegaría a ser al año siguiente director asociado, dirigiendo a solistas como Itzhak Perlman, René Fleming, Joshua Bell, Beatriz Rana o Yo-Yo-Ma, prosiguiendo en esta faceta con formaciones como la “BBC Symphony”, en el Barbican Hall (Londres), en un monográfico dedicado a Pierre Boulez; la “Orchestre Les Siecles”; la “Detroit S.O.”, la “Houston S.O.”; la “Orlando Philharmonic”, “Royal de Liège”, “Filarmónica de Buenos Aires”, el “Ensemble Intercontemporain”- repertorios actuales- y, en especial, la “Koln WDR Sinfonienorchester” y la “Stuttgart SWR Symphonieorchester” o la “Casa do Porto”. Es asiduo de festivales como “Bolzano”, la “Franckfurt Bienal”, “Strasburg”, “Donauschingen Musiktage” y “Esems” de Valencia.

    El barítono Sebastià Peris i Marco, sigue la docencia de Patricia Llorens en el Conservatorio Joaquín Rodrigo de Valencia, manteniendo a la par masters con cantantes que dejaron huella, desde Enrique Baquerizo a Carlos Chausson-del que tenemos excelente memoria por sus colaboraciones en el añorado “Festival Mozart”, de A Coruña-, Ana L.Chova, Ofelia Sala, Enedina Lloris, Ana Mª Sánchez- profesora durante varios cursos de la Cátedra de Canto del “Curso U.I. de Música en Compostela”- o Roberto Scandiuzzi. Con una trayectoria consolidada, asumió roles como “Fígaro”, de “Le Nozze di Figaro”; “Papageno”, de “La flauta mágica” mozartiana; “Schaunard” de “La Bohème”, pucciniana; “Junior”, en “The Rape of Lucretia, de Benjamin Britten, y otros trabajo de obras en recuperación del casi insalvable olvido. Recibió en 2013, el Primer Premio de Juventudes Nacionales de España.

    Antón García Abril, nuestro añorado profesor en la Cátedra de Composición de Música en Compostela, será recordado por su obra “El Mar de las calmas”, cuidadosamente valorada por Andrés Ruiz Tarazona, idea de un clima paradisíaco y que parece remitir a las estrofas del gran poeta canario Nicolás Estévanez y Murphy: “Mi espíritu es isleño como las patrias costas/ donde la mar se estrella/ en espumas rompiéndose y en notas”. Obra para el Festival de Canarias, no pretende, ni mucho menos, como en su día Teobaldo Power, utilizar abundosa fuente de la música tradicional canaria. Se perciben melodías misteriosas y melancólicas como las tristes endechas prehispánicas en la lengua de los guanches: “aicá maragá, aitutú aguahae/maica gueré, demacihani/ neigá harnuiti alemalei” (Sed bienvenidos; mataron a nuestra madre esas gentes forasteras; pero ya que estamos juntos hermano, quiero casarme pues estamos perdidos).

    Hacia el final de la gesta de Tanausú en la Caldera de Taburiente, de La Palma, o la víctima guanche en la Matanza de Acentejo, de Tenerife, a finales del siglo XV parecen resonar en una música fiera, apoteósica y luminosa como el Atlántico canario, al decir de Antonio Iglesias. El propio García Abril, pondrá la guinda a esa obra: “El Mar de las Calmas”, pretende ser un mensaje de espiritualidad y aspira a ser un eslabón más en ese mecanismo sutil y perfecto que el tiempo va encadenando en aportaciones culturales (grandes o pequeñas, no importa) que el hombre va dejando tras de sí. He trabajado sobre algunos documentos étnicos de gran valor para mí, intentando en cada caso infundirles un tratamiento totalmente libre.” Para el autor, un gran desafío en ese acercamiento al mundo canario, en sus múltiples vertientes, sin recurrir al acervo de su música tradicional, creando una obra sinfónica que, por ella misma, explique todo el profundo sentido y sentimiento del alma canaria, elevada a un nivel de un cántico espiritual”.

    “El Mar de las Calmas”, fue estrenada por Víctor Pablo Pérez, frente a la “Orquesta Sinfónica de Tenerife”, el 9 de enero de 2001, presentando la obra en Madrid, con la misma orquesta, los días 30 y 31, de marzo y 1 de abril, dentro del ciclo de abono de la “ONE”, en el Auditorio Nacional y una cita del poeta modernista Tomás Morales (1885/1921), resume, en cierto modo, ese canto espiritual a Canarias: “El mar es como un viejo camarada de infancia/ a quien estoy unido con un salvaje amor;/ y yo respiré, de niño, su salobre fragancia/ y aún llevo en mis oídos su bárbaro fragor.”

    Eduardo Soutullo con “Shabdalamkara”, para barítono y orquesta, que en sus palabras, y tal como recuerda Theo Hirsbrummer en su biografía sobre Ravel, y el mundo de la “Pavana para una infanta difunta”, su título fue elegido por el compositor únicamente porque la aliteración de la consonantes “f”, suena bien y no porque la pieza haga referencia a una infanta española fallecida. En la misma línea, a lo largo del siglo XX, movimientos de vanguardia como el Futurismo ruso italiano, o el Dadaísmo, han hecho uso de la denominada poesía fonética, basada en los recursos sonoros de la lengua y no en el significado del texto. La fonética de las palabras y no su significado, también han sido el criterio para confesar que “Shabdalamkara” (término que en sánscrito significa “posibilidades sonoras del lenguaje construido a partir de varios textos milenarios, escritos en diversas lenguas, preferentemente del sánscrito, en su mayor parte del extenso poema épico hindú “Mahabharata””, del que se han escogido versos que hacen uso, de determinadas aliteraciones.

    Un precedente de referencia en la utilización de este tipo de recursos, es la obra ”Canto de las dos naturalezas” del compositor David del Puerto, cuyo texto procede del “Bhagavad Gita”, incluido también dentro del “Mahabharata”, y que el autor utilizó como material fonético a partir de la descomposición del texto, lo que le permitió tratar la voz como si fuese un instrumento. Obras de Eduardo Soutullo de importancia, fueron también “But in vain”, nacida como encargo de la Fundación Autor” y la “AEOS”, a propuesta de la “RFG”. Soutullo, había participado en los Encuentros “Ateliers de Composition Acanthes” (Metz), además de ofrecer su tesis en la Universidad de Alcalá de Henares, dedicada a “La obra musical de David del Puerto en el contexto de la creación española contemporánea”. “But in vain”, era parte de un tríptico tomado de la poética de “Even Songs”, de Oliver Wendell Holmes, en consideración a tres de sus referentes, Olivier Messiaen, Toru Takemitsu y Gérard Grisey.

    Soutullo, añadirá a su catálogo trabajos como “Jobs and Gates at Dawn (and other uchorians)” , encargo también de la “Fundación Autor y “AEOS”, obra destinada a las “Xornadas de Música Contemporánea” de 2017, tras haber recibido galardones como el “Lutoslawski Award” (Varsovia) o finalista del “Prokofiev Composition Competition (San Petersburgo (2008) y el “Premio Reina Sofía de Composición Musical”. “Alén”, otro de sus eslabones, fue obra ganadora del “Premio de Composición BBVA-AEOS” (2019), calificada por Baldur Brönimann, director de la “Orquesta da Casa da Música” (Porto), como intento que va más allá del sonido, de una manera sutil, con recursos que a veces están entre el ruido y la nota, utilizando técnicas extendidas, microtonos...en la búsqueda de un lenguaje propio”. Para no extendernos en exceso, quedémonos para completar con “Erfahrung und sonst nichts” (Experiencia y nada más), ganadora del tercer premio del “Segundo Concurso Internacional de Composición Auditorio Nacional de Música- Fundación BBVA” , y cuyo título provenía del libro “Zen in der Kunst des Borgenschiefssens”, del pensador alemán Eugen Herrigel, en dedicación a las culturas en peligro de extinción: Sefardí, Maasari, Wichi, Akuntsu (Brasil), Khanty (Rusia), Arhuaco (Colombia) o Dongria (India).

    Francisco Coll, también con un encargo de la “Fundación SGAE-AEOS”, “Lilith”, compositor valenciano que amplió estudios en la “Guildhall School”, de Londres, con Thomas Adès, y que dirigió formaciones como la “O. S. de los Ángeles”, la “BBC Scottish S.O.”, la “London Sinfonietta” o la “Sinfónica de Lucerna”. “Lilith”, un descubrimiento para el aficionado, será objeto de la curiosidad de David del Puerto, quien no durará en calificarla de obra demoníaca y sensual, densa y oscura, en su textura orquestal, entre voces que se asoman para después perderse en medio del caos, dejando entrever fragmentos de formas familiares, como si se tratase de personajes y cuerpos a través de la niebla, entre apariciones difusas, empañadas y nunca desveladas en su totalidad. Estamos en una etapa del autor, en la que estrenó el “Trío con piano”, encargo del “CNDM”, en el Museo Reina Sofía, con el “Trio Isimsiz” y esta obra redactada durante su residencia en la Orquesta de Valencia, mientras se preparan obras como un concierto para la chelista Sol Gabetta y otro para el pianista Javier Perianes, preludio de una ópera en coproducción del Palau dels Arts y el Teatro Real.

    Obras de calado, fueron “Les plaisirs illuminés”, una evolución sobre el dúo para violín y chelo, “Rizoma”- la violinista Patricia Kopatchinskaia y la chelista Sol Gabetta. “Turia”, concierto para guitarra y orquesta, destinada al guitarrista Jacob Kellermann y el director Christian Karlsen, registrado por el sello “Norbotten NEO”, una obra en cinco tiempos. Aqua Cinerea Op. 1” (2005), preparará la llegada de obras como el “Concierto para violín”, con Kopatchinskaia, como solista; las “Four miniatures”- violín y orquesta-, la obertura “Hidd´in Blue”; la ”Sinfonía Mural”, ambas una experiencia pictórica del sonido del compositor, una de ellas por sugerencia de la “London Symphony”, para el programa “LSO Discovery” (2009/2011), mientras asistía a la docencia de Thomas Adès. “Mural”, simbolizaba las montañas vistas como catedrales. Kopatchinskaia, fiel compañera en experiencias suyas, hizo propias las “Four Iberian Miniatures”, una primera incursión en el mundo del flamenco, transmutándose la violinista en una especie de cantaora surrealista, tomando retazos de conocidas melodías, como “Anda Jaleo!”, dentro del santuario lorquiano.

    Una suite del ballet “Don Quijote”, de Roberto Gerhard, de quien Leticia Sánchez Andrés, en su monografía “Pasión, desarraigo y literatura: el compositor Roberto Gerhard”, comentará: La versión definitiva del ballet, estrenado en 1950, incluye cinco escenas, que representan diversos momentos de la novela seleccionada por Gerhard para su ballet. La relevancia de “Don Quijote”, en su producción, queda reflejada en el novedoso tratamiento musical que Gerhard hace del personaje. El sistema de composición serial que maneja, distingue entre el componente sanchesco (realista español) y quijotesco (surrealista y delirante). Según el autor, “Todos los episodios están basados en una “obligato-serie” de 12 sonidos, que contradice el principio básico de la serie schoenbergiana por el hecho de que no contiene las 12 notas diferentes, sino que en cambio repetí varias. He encontrado en el procedimiento, una mina inagotable en sí misma, sin contar las diversiones que reserva la intervención de las notas “ausentes” derivadas de los cuatro aspectos de la serie (original, retrógrada y las versiones especulares). La máxima libertad que tomo de la serie schoenbergiana de la serie, está en el hecho de que entro y salgo de ella como quien pasa de una habitación a otra en el mismo plano, y sin desnivel de estilo (al menos es esta mi convicción)”- , Ideario para este ballet, estrenado en el Covent Garden, el 20 de febrero, de 1950.

    En 1958, publicó las “Danzas de Don Quijote” Un breve arreglo del ballet (en forma de suite), y lo hizo en dos versiones: la primera para piano solo y la segunda para una orquesta muy reducida. El objetivo principal era editar la obra y divulgarla cuanto fuese posible, aunque debiera restringirse para ello, a un formato más pequeño que el del ballet o la suite sinfónica. Las “Dances” se centran, musicalmente, en el aspecto trágico de “Don Qujote”, excluyendo completamente los elementos idealistas del personaje, y entre ellos, a “Dulcinea” (lo cual no es de extrañar dada su percepción de este personaje- como puramente ideal. Además las “Dances” explotan componentes musicales que Gerhard vincula con lo “realista”, lo “sanchesco” y lo netamente español- es decir, los elementos más populares y folklóricos de la partitura balletística- aprovechando, así mismo, los componentes más comerciales de la obra.

    Aquel estreno en el Covent Garden, había supuesto para los bailarines una crítica excelente, especialmente Robert Helpmann, en el papel de “Don Quijote”, o la dirección musical de Robert Irving, sin embargo, la coreografía no fue comprendida por el público y la crítica, que la consideraron fría, árida y pobre, teatralmente. El planteamiento coreográfico de Ninnette De Valois, era de una dificultad extrema, a nivel técnico y expresivo, y presentaba partes exclusivamente mímicas. Aún así, medios como “The Times”, alabaría el equilibrio conseguido y que De Valois, había compensado la concentración de la acción en cada escena, logrando un efecto visual de gran calidad. Katherine Sorley Waker, afirmaba que era una de las más sutiles y emocionantes de De Valois. Antes del viaje a Estados Unidos, el Sandler´s West, había representado el ballet, dentro de una gira por Inglaterra.

    En ciertos aspectos, las opiniones enfrentadas en cuanto al espectáculo, pudieron deberse a que muchos espectadores quedaron desengañados por lo sombrío del tema, la falta de contenido cómico o los extensos pasajes de danza. La espléndida partitura les ofrecía escasas oportunidades para relajarse a través de grupos coloristas o excitantes escenas de danza, y acabaron agotados por el inmenso y serio desarrollo del drama. Otro de sus ballets, ”Soireés de Barcelone” (La noche de San Juan), tuvo gran acogida recientemente con la Compañía de Antonio Ruz, en la versión para piano del autor, y que tuvo como solista a Miguel Balsega y un decorado de Joan Yunyer “Pirineu de nit. Ballet de la Nuit de San Joan”, ofrecido en el Foyer del Teatre del Liceu, que fue retransmitido por “Radio Clásica” y la “Fundación Juan March”.

    13 ago 2022 / 01:00
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