La soprano Chen Reiss: “Vier letze Lieder”, de Richard Strauss

Concierto de la “OSG” dirigida de nuevo por Carlo Rizzi, en el Coliseum de Coruña- 20´00 h.-, contando con la soprano de Israel Chen Reiss, que nos ofrecerá el grupo de “Vier letze Lieder” (Los cuatro últimos Lieder) de Richard Strauss, para continuar con la “Sinfonía nº 8, en Sol M. Op. 88”, de Antonin Dvorak. La soprano mantiene una relación profunda con la “Staats Oper Wien” desde hace tiempo, tras su presentación como “Sophie” en “Rosenkavalier” del propio Strauss, antes de convertirse en artista en residencia, que le permitieron interpretar roles como “Cunnig Little Vixen”, “Pamina”, “Gretel”, “Illia”, “Adina” o “Servilia”. Grandes roles pudieron seguirla en la Duetsche Oper, el Teatro alla Scala, el Maggio Musicale Fiorentino, la Semperoper Dreden o el Thèâtre des Champs Elysées y en la Estatal de Baviera, fue dirigida por Zubin Mehta. En 2006, grabó la banda sonora de Das Parfüm”, de Tom Tykwer, con la “Berlin Philharmoniker” y Simon Rattle. También en el Covent Garden, hizo su presentación como “Zerlina”, y un “Don Giovanni, con Marc Minkowski”. Por “Liaisons”, recibió el “Diapason d´Or” y con el pianista Charles Spencer, realizó un registro bajo el título “Le Rossignol et la Rose”. “Ariodante”, en el rol de “Ginevra”, de Haendel, fueron su aportación en el Teatro Real y en el Liceu, de Barcelona, bajo la tutela de William Christie. En temporadas recientes, participó en citas como los London Proms, el Lucerne Festival, el Enescu Festival o el Concertgebouw, de Amsterdam, con Daniele Gatti, además de la Chicago Symphony, con Charles Dutoit, Con la “Israel Philharmonic O.” colaboró con la ópera de Puccini “Turandot”, en el rol de “Liu”, al mando de Zubin Mehta.

Carlo Ricci, al que tuvimos dirigiendo obras de I.Pizzetti, C.Debussy y R.Strauss, cerrando la temporada de 2019, descubrió la ópera en sus años de Milán, en producciones del Teatro alla Scala, en una producción de la donizettiana “L´ajo nell´ imbarazzo”. En la temporada 2017/8, en el “Met”, dirigió “Turandot”, en el tratamiento de Franco Zeffirelli, realizado para el teatro de la Ópera de Roma, una “Cavalleria rusticana”, de Mascagni, “Pagliacci”, de Leoncavallo, “la forza del destino”, y “Les Contes de Hoffmann”, en la Ópera Nacional de Gales y de Holanda, y una reposición de “Mme Butterfly”, en la “Berlin Deutsche Oper” . Vendrán después “Tosca”, “Mefistofele” o “Simon Boccanegra” y una visita al Festival Rossini, de Pesaro, en curiosidades como “L´equivoco Stravagante”. Amplia es la discografía, que dedicó al espacio operístico.

Los lieder por excelencia de Richard Strauss, son estos “Vier letze Lieder”, capricho incuestionable de sus devotos, compuestos para una vez de esas características y que regularmente disfrutamos en la versión orquestal como en la camerística, con acompañamiento de piano. Nacidos en el retiro suizo y que surgen gracias al envío de su hijo Franz, por la serie de poemas de Hermann Hesse, de los que tomará tres, aunque previamente el músico había escrito “Im Abendrot”, de Eichendorff. Para la edición de 1950, no tendrá en cuenta la fecha de composición de cada uno de ellos. “Frühling” (H.Hesse), un romanticismo por excelencia en el que se canta una discreta sensualidad ardorosa, propia de la juventud. Música perfumada gracias a una orquestación traslúcida, dominada por las cuerdas, el arpa y las maderas, apoyados por cuatro trompas. No observa un verdadero centro armónico y la melodía transcurre libremente entre una estructura estrófica. “September” (Hesse), distanciándose claramente del precedente, instalándose en la polaridad de Re M., entre atractivas modulaciones. La introducción “dolce ed espressivo”, se resuelve en cinco tiempos diferentes. La parte vocal, surge a placer gracias al apoyo de la escritura orquestal, perfecta en el diálogo, densa de por sí y similar al “Fruhling”, con una flauta y dos trompas de complemento.

“Bein Schlafengehen”- Hesse-, como el lied precedente debe su unidad al acierto en el equilibro de una célula melódico-rítmica, ayudando a la importancia de la poética del texto, para beneficio de la cantante. Tres estrofas de las que las dos primeras, se entrelazan por un embriagador interludio en Re b M., confiado al violín solo, entre la segunda y la tercera estrofa, y que se adentra en la ensoñación de “In Schlummer senken”. Un arabesco de largos adornos vocales, se desliza a manera de proposición en la invitación a la noche. “Im Abendrot” (Eichehdorff) y en el que el protagonismo del poeta romántico, pone el respiro final al ciclo de los lieder de R.Strauss, en lo que resulta una perspectiva histórica y semántica del epílogo a un siglo y medio, en la tradición del lieder alemán, en su impregnación necesaria por el espíritu de la naturaleza. La orquesta, en una larga exposición, introduce serenamente la primera de las cuatro estrofas. El lento posludio orquestal, podrá simbolizar un eco en la distancia de “Tod und Verklärung” (Muerte y transfiguración)

Dvorak y la “Sinfonía nº 8, en Sol m. Op.88”, estrenada en Praga por el autor, a comienzos de 1890, tras el monumental oratorio “Sta Ludmila” y la cantata “La novia del espectro”, obra que se recrea en una atmosfera apacible, la que encontraba en su retiro en Vysoka,. Un “Allegro con brio”, inicial que parte de una popular cantinela a cargo de las cuerdas y que se maneja entre las tonalidades de Sol m. y Si b M., pasaje que determinará el desarrollo de todo el movimiento. El “Adagio”, en Do m., está impregnado de un cierto misticismo, al que el diálogo de flautas, cuerdas y maderas graves, otorgarán el preciso colorido. La aparición de un motivo de un ritmo de danza lenta, nos traslada al comienzo del tiempo. El “Allegro grazioso”, efectivamente un “Scherzo”, se anuncia a la manera tradicional, mientas coquetea con el vecino estilo del ´”ländler” y el reconocimiento al admirado Johannes Brahms. El “Allegro ma non troppo”, resulta una mirada retrospectiva, a partir del llamado de la trompeta, una idea común en óperas de nacionalismo en curso.