Las elecciones en Madrid
EL resultado electoral en la Comunidad Autónoma de Madrid no está deparando sorpresa alguna en relación con los pronósticos que se vinieron haciendo durante toda la campaña para las elecciones, si bien es de resaltar la alta participación ciudadana que se registró.
Como se vino anunciando, el Partido Popular, con Isabel Ayuso a la cabeza, obtuvo un sonoro respaldo de la ciudadanía madrileña y aunque no llegue a la mayoría absoluta para gobernar, sin embargo, el enorme incremento de escaños conseguidos que, a esta hora de la noche y del desarrollo del escrutinio electoral, ya alcanza la cifra de sesenta y cinco le legitiman holgadamente para acceder al Gobierno de la Comunidad madrileña, aunque tenga que precisar de la ayuda de alguna otra fuerza política, en concreto, del partido Vox.
Es de lamentar, y mucho, que el partido Ciudadanos no hubiera llegado a conseguir representación parlamentaria, pues el talante y la labor realizada durante la campaña electoral por el candidato, Edmundo Bal, le hacían merecedor de una representación parlamentaria que, además, hubieran constituido una garantía del buen hacer y de sensatez política.
El Partido Socialista, como era de esperar y pese al nivel personal y político de su candidato el Sr Gabilondo, ha conseguido un resultado malo que, sin la menor duda, va a repercutir en la política nacional, máxime, dada la implicación personal que en estos comicios autonómicos asumió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Que este mal resultado electoral llegue a determinar ya una convocatoria de elecciones generales es algo que entra dentro de lo previsible, pero en política resulta temerario formular pronósticos.
El partido Más Madrid ha logrado un acrecentado resultado en las urnas el que, ciertamente, hay que atribuir al tirón de su candidata Mónica García, quien, entre los varios aciertos que tuvo en el planteamiento de la campaña electoral, el más significativo, sin duda, fue el de rechazar la presentación conjunta con el partido Podemos.
De este último partido, al que salió a socorrer en estas elecciones autonómicas nada menos que un vicepresidente de Gobierno del Estado, poco hay que decir ya que si, ciertamente, mejoró sus resultados electorales anteriores, se revela incapaz de orientar la vida política de este país cualquiera que sea el ámbito público en que se presente. Los ciudadanos están ya vacunados –en esto sí y de verdad– de experimentos políticos que pretenden cambiar radicalmente el Estado Social y Democrático de Derecho que, tras una larga dictadura, se dieron a sí mismos en el ya lejano año 1978. Según se anuncia en estos momentos el líder de Podemos, Sr Iglesias, deja la política activa.
Este resultado de las elecciones autonómicas madrileñas puede interpretarse como un síntoma del estado de ánimo ciudadano ante el sesgo de determinadas formas de acción política.