Llueve sobre mojado
NOS ha vuelto a pasar. ¡Y ya van seis veces! Un fin de semana de mediados de octubre decretamos el fin de las restricciones en Galicia. La tasa de incidencia estaba en 7. Los casos activos en poco más de 400. Los contagios diarios en torno a los 20. La tasa de positividad de las PCR próxima al 1,5%. Los hospitalizados bajando a 25. Y los ingresados en las UCI sólo eran 8. Y fue entonces, cuando teníamos acorralado al virus, cuando levantamos la emergencia sanitaria y dimos barra libre a la organización de grandes eventos, a la asistencia en masa a espectáculos deportivos y a la liberalización de la hostelería y la restauración. ¡Ahora sí que era el fin de la pandemia!, nos dijeron. Podía haber algún que otro un repunte. Pero seguramente brotes muy focalizados y fáciles de controlar.
Ha pasado un mes. La tasa de incidencia está en 137. Los casos activos rozan los 6.000. Los positivos diarios ascienden a 700. La tasa de positividad de las PCR supera el 10%. Los hospitalizados suben de 170 y hay 30 personas ingresadas con covid en las UCI gallegas. Creo que los datos hablan por sí solos. Y mucha gente prefiere seguir haciendo como los niños cuando juegan al escondite: taparse los ojos y creer que, mientras ellos no lo vean, el virus no les encontrará ni a ellos ni a los suyos.
La realidad es bien distinta. Pero no hay peores ciegos que los que no quieren ver. Eso sí: serán muchas las personas que decidan rasgarse las vestiduras cuando, en menos de un mes, seguramente las restricciones se endurezcan en vísperas de Navidad. ¿No es el momento de actuar con determinación?
Estamos en la antesala de un puente. Pero no de un puente cualquiera: del puente que desató la mayor ola de esta pandemia, hace ahora un año. Y es que fue a partir del 15 de diciembre de 2020 cuando la incidencia, los casos activos y las tasas de positividad comenzaron a emprender una escalada que, a finales de enero pasado, nos hizo alcanzar una incidencia de 410, recontar 22.000 casos activos, observar 1.899 nuevos contagios diarios, disponer de una tasa de positividad del 15% y acumular 1.400 hospitalizaciones y 250 personas ingresadas en las UCIS. Es cierto que en 2021 tenemos vacunas y a casi un 90% de la población vacunada. ¿Pero es esa la senda que queremos describir un año más?
Cada uno tendrá que decidir, una vez más, si quiere ser parte de la solución o del problema. Portugal, nuestros vecinos, ya han declarado el estado de calamidad. ¿Y nosotros que? ¿Vamos a seguir de puente, de cenas y de eventos masivos? ¡La solución está en nosotros!