Luar es ‘ele’
RUBÉN ha dado a luz a Luar, una curiosa personita de quien no dice si es hombre o es mujer..., ele decidirá. El mismo progenitor nació mujer, se cambió a Rubén con apariencia masculina pero conservando tetas y órganos sexuales internos femeninos; había congelado ovarios que ahora recibieron inseminación artificial y el embrión fue introducido en Rubén, que gesto a Lúa hasta el alumbramiento hace diez menses.
Rubén se presenta como masculino trans líquido y a su criatura la define como de sexo líquido, ni él ni ella, género al que ele podrá optar y cambiar.
Rubén es gestante femenina porque su programación genética lo es y sus procesos bioquímicos y estructuras siguen inalterados a pesar de los tratamientos hormonales trans: modifican algunas características del sexo contrario, pero su programación genética ligada a un determinado sexo permanece durante su vida a pesar de estos tratamientos. Rubén es mujer porque puede gestar aunque le hayan modificado su apariencia.
Otros dos transexuales conservaron sus órganos femeninos y dieron a luz (2008 en Oregón; 2012, en Gran Bretaña). No nos dicen nada de esas criaturas. En un siglo muy tecnificado esos proceso son factibles, con efectos imprevisibles: ¿Estará Luar contente con la manipulación con que su padre/madre lo/la/le gestado?, ¿cuál será su identidad social?
Un montón de técnicos, científicos y sanitarios han trabajado para producir Luar, pero no una madre ni esposa. La Naturaleza es manipulable con límites éticos; producimos fenómenos Frankenstein; el ser que este produjo horrorizó a su ambicioso creador incapaz de tratar las consecuencias de sus acciones.
No todo lo que se puede hacer debe ser hecho. En la perspectiva cristiana hay un soplo divino para el alma de Luar, hija de Dios; este crea una naturaleza humana bisexuada en que los nacidos somos procreados y educados por padre y madre. Sobrepasamos esos límites con la desvalida Luar. La cultura barre la biología; la curiosidad y el capricho a la naturaleza. Todo lo mejor para elle y su incómodo porvenir.