Lucas

¿TIEMPOS DISTINTOS? “Roza la perfección”. Es lo último que se escucha en la famosa y estimulante El informe pelícano, de Alan Pakula. Lo dice el periodista Granham (interpretado por un sólido Denzel Washigton), del Washigton Herald, a un entrevistador famoso de televisión, refiriéndose a su amiga, la intrépida Darby Shaw (maravillosa, casi extraterrestre Julia Roberts, en el mejor papel de su vida), que es tan asombrosa que casi nadie cree en su existencia real. Pues bien. Eso mismo, que roza la perfección, podríamos decir de la última novela de Juan Ramón Lucas, Agua de luna, editada por Espasa. Y ya van dos. La anterior, La maldición de la casa grande, ya fue saludada en su día como una de las gratas sorpresas del panorama literario de estos tiempos. Pero esta la supera con mucho. Y es que se da la casualidad que apunta, y dispara, a uno de los temas más actuales y preocupantes de nuestra actualidad. Ese cáncer llamado yihadismo, producto de una pésima y poco atenta lectura del Corán. A veces, recuérdenlo, la mala interpretación de los textos sagrados, incluída la Biblia, ha inducido a comportamientos enormemente tendenciosos. En el caso de esta última, que los jueces hayan sido gentuza del calibre de la Inquisición, ha dado lugar a un rosario infinito de crueldades sin nombre a lo largo de los siglos. Y con el Corán, pasa exactamente lo mismo...

AGUA DE LUNA. Los atentados terroristas de origen yihadista comenzaron a inundar las portadas de los periódicos a partir del 11S. Recordarán perfectamente el caso, porque llamó la atención de todo el mundo. Cuando Michael Moore analizó la historia en un famoso documental, descubrimos la cara B de la historia. Nada era tan simple como parecía. Incluso la gente tenía sus sospechas sobre un doble juego. Moore ponía el dedo en la llaga: Bush tenía negocios con los Bin Laden. Item más: la gente no juzgaba tan en serio el atentado. Recuerdo la opinión de mi amigo Manuel María: “Quen sementa ventos, recolle tempestades”, refiriéndose al hecho de que Estados Unidos había bombardeado innumerables veces, e impunemente, al “enemigo islamista”. Se trataba, en apariencia, de una respuesta táctica, y, desde luego, muy efectiva. Pero vayamos al grano. Lucas centra la acción en la captación de mujeres jóvenes para el Estado Islámico. Y, en un relato absolutamente maravilloso, hace protagonista a Greta, una aspirante a actriz, hija de actor y presentadora de televisión, que siente a sus padres muy lejanos, y acaba rebelándose. Su padre, Julio Noriega, la ve alejarse y al final tratará de recuperarla cuando nota que ha sido secuestrada por gente muy poco recomendable. Genial...