Marisa Crespo Leiro

HASTA tres reconocimientos le han sido otorgados, recientemente, a la doctora Marisa Crespo Leiro. El Colegio Oficial de Médicos de la Provincia de A Coruña le ha concedido su medalla de Oro y Brillantes; el Instituto de Estudios Carballiñeses, el V Premio Agora do Orcellón; y, en su tierra natal acaba de recibir, en el monasterio de Oseira, el honor de ser considerada Hija Predilecta del Concello de San Cristovo de Cea.

Quien es responsable de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca Avanzada y Trasplante Cardíaco del Servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario Universitario A Coruña es reconocida, en la actualidad, a nivel mundial, como una referencia de primerísimo nivel en el ámbito del transplante, una distinción que justifica, sobradamente, que, entre sus colegas, sea justamente destacada.

Pero también su reconocimiento tiene otra proyección, más local y no menos importante, la que le otorgan aquellos que, en las tierras de Cea y O Carballiño, saben que, además de esos valores de una muy eminente cardióloga, tiene muchos otros, como persona de bien, con una calidad humana y un sentido de servicio público que se suman a su brillante trayectoria profesional, con un talento para la investigación y una atención, ejemplar, al paciente.

El Concello de San Cristovo de Cea realizó, con este motivo, una celebración muy cuidada, toda una fiesta en la que Marisa Crespo, en su discurso, habló de los suyos: su familia, sus vecinos, sus amigos, su tierra –ese lugar de Santrós, en la parroquia de San Martiño de Lamas, al que siempre vuelve–... Y su madre, Generosa Leiro, su padre, Modesto Crespo, y Alfonso Castro Beiras –que llevó a la cardiología de su hospital hasta el nivel que hoy lo enaltece– ocupan un lugar muy especial en su corazón.