No es sumar sino restar

NO acaba de gustarme esto de usar las palabras con un significado diferente al de las intenciones. Fíjense, por ejemplo, en la iniciativa de Yolanda Díaz de llamar Sumar al experimento electoral que quiere montar.

Quizá, con la mejor voluntad por mi parte, eh, pueda yo suponer que su propuesta se circunscribe a una operación que no pretende, de ningún modo, desbordar el campo de la izquierda. La propia identidad política de la señora basta para sostener la presunción. Y también, y en este caso tanto su identidad como su actuación personalizada como miembro del Gobierno de coalición progresista, es decir, de la izquierda, avalan la contención izquierdista de su operación

Con todo eso es posible hacer constar que Yolanda Díaz busca votos para sí misma entre la izquierda. ¿Vale? Pero como en ese campo ya están posicionadas otras fuerzas políticas, buscar votos en él sólo puede hacerse a su cuenta, a la de los otros, quiero decir. Y de esa manera, mirando la cuestión desde la generalidad de esa izquierda tan plural, lo que quiere Yolanda Díaz es que una parte de los votos del conjunto sean para ella y no para los demás.

Algo así como una recomposición de los votos de la izquierda, en su forma más trascendental que, a nivel del Estado, contando sólo con las candidaturas presentadas en la última campaña electoral, está compuesta, formando coalición gubernamental, por el PSOE y Podemos, y añadiendo los apoyos parlamentarios que ese Gobierno alcanzó con algunas fuerzas más pero que no compiten, sin embargo, en el mismo campo electoral, como es el caso de Bildu y ERC. A lo mejor podemos añadir al primer grupo a Más Madrid, aunque sea poco lo que representa. Pero nada más.

De ese modo, resulta que lo que quiere Yolanda Díaz es que parte de los votos que en su día fueron del PSOE y Podemos sean para ella en la próxima cita con las urnas. Y esa debe ser la razón de que Podemos no le siga la corriente, claro, y el PSOE, que guste o no al final será la fuerza inexcusable para volver a formar un Gobierno de izquierda, si es posible, tampoco le ría las gracias.

Y es que, al final, el proyecto de Yolanda Díaz, que para ella puede ser Sumar, para otros dos es, más bien, restar. Y siendo esto que digo no sólo cierto sino evidentemente comprensible, quedando de manifiesto cuales son las intenciones de Yolanda Díaz, podría ser más correcto que llamase Restar a su proyecto, aunque sólo fuese para adecuar las palabras a las intenciones.

Y oigan, esto a la derecha no le molesta, ¿verdad? No creo. Si la izquierda se divide, se debilita. Ya está.