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HEMOS sabido que la Consellería de Educación, para implantar la enseñanza online en las tres universidades gallegas, sin contar con ellas, pretendía materializar una especie de “universidad a distancia”, donde las pantallas eliminarían gran parte del estudio presencial. La maniobra ha resultado sospechosa y fallida, además de cabrear al mundo universitario. Pero es la moda. Donde se ponga una pantalla que se quiten los libros de papel, la enriquecedora convivencia entre la juventud, la circulación de ideas, su contraste y enriquecimiento intelectual... Pero tienen excusa. Pregonan que la educación online es más enriquecedora y menos contaminante. No es cierto.
La tendencia del último decenio en Galicia ha consistido en dotar a “algunos” centro escolares de primaria y secundaria con pantallas y tabletas, mientras en paralelo caía el apoyo al libro de texto. Es fácil ver alumnado que en un curso estudia con pantallas y en el siguiente retorna al libro, el caos y el descontento está de manifiesto en los CEIP e IES. Al mismo tiempo algunos países nórdicos han abandonado el sistema por perjudicial y varias universidades han demostrado con estudios rigurosos esos daños. Pero los interesados en mantenerlo lo plantean como una guerra contra la contaminación cuando se ha desvelado científicamente que el impacto en el calentamiento global por el uso de libros impresos es casi diez veces menor que por el empleo de documentación electrónica.
El papel contribuye a una atmosfera más limpia. Para fabricarlo se cultivan árboles que absorben CO2 y ayudan a frenar el cambio climático. Incrementan la superficie arbolada y son almacenes de carbono. El papel es el material que más se recicla en España, mientras la chatarra electrónica es ya un problema en la recogida y almacenamiento. Desde 2018 venimos produciendo más de 50.000.000 de toneladas de basura electrónica en todo el mundo, de las que sólo se reciclan un 15,5 %. Solo en España generamos unos novecientos millones de toneladas anuales. Reflexione antes de ponerse ante la pantalla y acuda a las aulas.