Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h

Para tí, Luis

    ENTRE la persona y el personaje con su obra siempre elegiré lo primero pero sin dejar de reconocer y admirar lo segundo...

    Comenzaré hablando de un joven profesor de Economía en la Escuela Naval Militar de Marín a mediados de los años setenta llamado Luis Caramés,...

    Su joven imagen paisana, que en nuestro argot era sinónimo de civil, y el contenido de sus clases contrastaban con un entorno castrense y una España aún monocolor, agravándose por el hecho de que nuestro libro de texto Estructura Económica de España era obra de un reconocido comunista, Ramón Tamames. Libro suprimido ipso facto por la Jefatura de estudios tras haber sido informada por nuestro profesor de tal circunstancia. Algo que él contaba con simpatía, pasado el tiempo, pero que siempre vinculé con el famoso miedo escénico,.. no podemos olvidar que tenía alrededor de 25 años.

    Las clases del profesor Caramés eran un halo de aire fresco no carente de riesgo, y al mismo tiempo constituían para nosotros una ventana a través de la cual vislumbrábamos un mundo exterior, una sociedad que ebullía con prisas y sin meta definida, “ou cara ningures”, como se decía en estas parroquias del noroeste,.. eran tiempos de inseguridad e incertidumbre que parecían disiparse a través del ingenio y sus incisivos comentarios con fina ironía marca de la casa.

    Nada supimos el uno del otro en años,.. apenas un fugaz encuentro en el aeropuerto de Lavacolla cuando desempeñaba el cargo de presidente do Concello Galego de Relacións Laborais. La pregunta, muy fiel a su estilo fue: ¿Sigues en la guerra? A la que respondí afirmativamente, porque evidentemente seguía en la milicia a la que él jocosamente llamaba guerra.

    Me consta que se alegró al verme, ... nos alegramos y debo confesar que me sorprendió ser reconocido ... yo no era más que un alumno de entonces entre muchos otros y en aquella coincidencia aeroportuaria ya era comandante.

    Habrían de pasar más de cuarenta años para reconocerme de veras con mi viejo profesor, ... que curiosamente no era tan viejo, nos diferenciaban apenas pocos años pero en aquellos tiempos y en aquel lugar la sombra de los profesores era alargada... el distanciamiento, las líneas de respeto a los profesores en el ámbito castrense eran de trazo grueso.

    Nuestro reencuentro en 2014 en Santiago de Compostela supuso el inicio de una relación muy intensa que agradecí y agradezco en lo profesional pero fundamentalmente en lo personal porque me permitió conocerle íntimamente, llegando a ser amigos,.. de los de verdad. Con una personalidad desbordante,... a veces necesitada de espacio, compartimos actos oficiales, oficiosos y particulares,... reuniones familiares incluidas, con largas y jugosas conversaciones, ... y alguna velada donde sintiéndose a gusto rompía su moderación habitual y prolongábamos la xuntanza más de lo procedente, disfrutando y haciéndonos partícipes de su bienestar porque era muy ameno, ingenioso, sagaz, irónico ... e incluso burlón... Y ahí estaba Pili, bordando un papel de actriz de reparto pero reivindicando merecidamente el de protagonista, con la prestancia el equilibrio y la moderación que muchos necesitamos a nuestro lado,.. también por si se nos pega algo.

    Su apoyo desinteresado a la Residencia Teniente General Barroso y por ende a la Armada tras asumir ésta su administración es digno de reconocimiento y elogio. Tendió puentes, y me abrió las puertas de una ciudad encantadora que nadie como él conocía,... dominaba.

    Un botón de ancla en Compostela (EL CORREO GALLEGO, 06.05.2015) constituye una auténtica Carta Credencial.

    Nos pasamos la vida sorteando filias y fobias que nuestro carácter o forma de ser propician, distorsionamos el fondo,.. la persona, porque la preservamos de un modo inconsciente, alentando juicios precipitados y generalmente errados sobre nosotros.

    Luis ganaba mucho en las distancias cortas, ... pero no se las concedía a todos. No dejaba a nadie indiferente y eso pude percibirlo dentro y fuera de Compostela.

    Compartimos crisis, ... las suyas y las mías, y ambos supimos estar ahí. Aun admitiendo debilidades, errores y hasta obsesiones, nos dijimos muchas cosas, algunas muy graves que encajamos como correspondía y que quedarán junto con alguna lágrima, archivadas para siempre en la nube, la nuestra,... hoy más tuya que mía.

    El director del Correo Gallego, José Manuel Rey, gran amigo suyo y que conocí a través de él, me habló de su permanente predisposición para ayudar a todo aquel que lo necesitaba... Lo cual era realmente cierto. Era amigo de sus amigos y siempre disponía de tiempo para ellos,... para nosotros.

    Se nos ha ido un gran referente, un intelectual enamorado de Galicia... persona muy activa, culta, inteligente, imaginativa, irónica, ... con una ironía plagada de sarcasmo que algunos rechazaban, ... pero también sensible, con una profunda sensibilidad hablada y escrita no impostadas... A veces inseguro, tan dubitativo y frágil como lo somos la mayoría aunque nos cueste admitirlo y nos esforcemos en disimularlo ante a una sociedad implacable con el débil.

    Coa triste nova do teu pasamento decateime do pasar da vida, da nosa fraxilidade ... para os que te queremos, converteuse en noite case sen darnos conta,... coma esas noites de inverno que caen de súpeto e nos sorprenden cada día porque non somos quen de supor que forma parte da súa esencia.

    Agradezo o legado que deixas e os inesquecibles momentos compartidos.

    Recibirás honras de ordenanza cando todos fagan balance e recoñezan plenamente o que tes contribuido a todos nos. Sei que che gustará porque sempre defendiches as tradicións e as boas maneiras. Non o interpretes como unha cortesía naval, por iniciativa miña e da que tantas veces temos falado, simplemente é congruencia ou xustiza.

    Acóchate no tambucho dese novo veleiro no que embarcaches sen previo aviso e déixate levar polos ventos dos deuses nesa navegación longa que agora comezas ... non teño dúbida de que coincideremos nalgun porto do mais aló porque tarde ou cedo zarpamos todos. Ata ese momento botareite de menos.

    D.E.P. Amigo... e por favor, aínda que só sexa polo agarimo que nos temos, non fagas comentarios do teu estilo sobre o meu galego.

    14 jun 2021 / 01:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
    Tema marcado como favorito