Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h

Platón, Einstein y Ayuso

    CREO que fue Platón quien señaló que la gran debilidad de la democracia es que el voto de un sabio tiene el mismo valor que el de un ignorante. Puede ser, pero el sufragio universal también es su mayor grandeza, y en lo que supone de defecto tiene fácil solución: dar conocimiento a toda la población. Monedero puso de actualidad este tema al decir que los madrileños que perciben el sueldo mínimo y votan a Ayuso no son unos Einstein. Tampoco lo demuestra ser él con esta afirmación, pues es perfectamente compatible con una buena formación e inteligencia encontrarse entre los que menos cobran, incluso con ingresos cero, y pensar que el mejor modelo económico para el país es el de un partido de derechas. Otra cosa es si nos atenemos a cómo la candidata de esa derecha presentó sus argumentos en esta cita electoral concreta, porque ahí sí que el nivel intelectual y las elementales normas cívicas brillaron por su ausencia, por lo que cuando los madrileños avalaron esta política minúscula también se pusieron a su altura.

    El PP de Madrid cuenta con un programa liberal muy elaborado, pero Ayuso lo redujo al esperpento: tomar cañas en las terrazas y no volver a ver a las exparejas. ¿De verdad esas eran las dos mejores razones para votarla? ¿Acaso son cosas –la primera, uno de los hábitos de recreo más extendidos entre los españoles y la segunda, puro azar– que no se dan si no gobierna ella? ¿No es una tomadura de pelo a los ciudadanos que soportaron la mayor mortalidad por el COVID?

    Repasemos también la actuación de la presidenta popular en el único debate entre candidatos al que se dignó a ir, donde permanentemente faltó a sus contrincantes con insultos como “mezquino”, “mala persona”, “pantomima”... ¿Qué pasaría en un simposio o una conferencia de un mínimo nivel si uno de los participantes, en vez de exponer sus ideas, se dedicase a injuriar así a sus compañeros de mesa? Se llamaría a seguridad y se le pondría en la calle. Pero Madrid recompensó su mala educación.

    En Galicia, por buscar a un presidente de ideología homologable a la de Ayuso, en los debates electorales Feijóo habla del control del déficit, de la deuda, de la sanidad, de la pandemia, del modelo educativo... Se puede estar de acuerdo con él o no, que de eso se trata, pero da cuenta de su gestión y no rehúye las preguntas ni se esconde detrás de descalificaciones gratuitas a sus rivales.

    Hace dos décadas, Madrid miraba con asombro a Galicia por confiar su Gobierno autonómico a una persona como Fraga. Nos consideraban acríticos, mientras ellos optaban por Esperanza Aguirre para aclarar las aguas turbias del tamayazo... Fraga aquí ganó y perdió en las urnas, donde el rupturismo también se encumbró y se la pegó. Si Feijóo gestionase el virus como Ayuso, igual estaba en su casa. La irreflexión parece más específica de Madrid.

    Habrá en el PP quien me maldiga por esto que escribo. Pero el movimiento se demuestra andando. Si creen que me equivoco, yo invito a Casado a que en las próximas generales recorra España con el discurso de Ayuso, proclamando que lo importante es beber cerveza y dar esquinazo a las exparejas, a ver qué resultado obtiene. Si hay arrestos, la noche del escrutinio hablamos.

    11 may 2021 / 01:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
    TEMAS
    Tema marcado como favorito
    Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.