Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h

Preguntas y respuestas

    CUANDO se hace investigación científica tenemos la experiencia de que en la medida que hacemos las preguntas correctas acerca del problema que estamos investigando, más nos aproximamos a las respuestas que nos permiten resolverlo o al menos aproximarnos a la solución. Las preguntas de entrelazan unas con otras indicándonos un camino, que al recorrerlo vamos conociendo más y al mismo tiempo, valga la paradoja, desconociendo más, dado que se nos abren caminos anteriormente insospechados.

    Esta experiencia también es válida para cualquier aspecto de la vida, no necesariamente restringida al campo de la investigación científica.

    El filósofo e historiador griego Plutarco nos recomienda que no respondamos rápidamente a una pregunta nada más plantearse. Ganamos mucho esperando, sin precipitarnos, atendiendo cuidadosamente a lo que se nos dice realmente para así captar los matices y la posible profundidad de lo que se plantea.

    Dice Plutarco: “Acostumbrémonos a parar, a crear un intervalo entre la pregunta y la respuesta durante el cual aquel que interroga puede añadir aún los elementos que desee y al interrogado se le conceda la oportunidad de pensar la respuesta a fin de no lanzarse sobre la pregunta y eclipsarla”.

    No es esta la manera en que estamos acostumbrados a responder en el mundo de hoy. Basta oír los programas televisivos o los debates políticos para constatar que pararse a contestar no es habitual. Incluso puede estar mal visto.

    ¿Por qué nos resistimos tanto a parar y a encontrar reposo? Probablemente porque el movimiento nos parece más atractivo y fácil de vivir. Llena el tiempo, nos permite estar ocupados. Nos movemos de un lado para otro, sin parar, aunque no sabemos por qué lo hacemos. Quizás porque el reposo puede ser incómodo, nos indica el camino de encontramos con nosotros mismos.

    Es muy beneficioso contestar a las preguntas, preguntando, como dicen que hacemos los gallegos, porque así se clarifican las posibles respuestas. También Jesús en los evangelios a muchas preguntas que le hacen los escribas y fariseos contesta haciéndoles preguntas. Hay un momento en el que comprendemos que las preguntas nos acercan más a la apertura del sentido que las respuestas.

    Siguiendo al filósofo y cardenal portugués José Tolentino de Mendonça en el libro El pequeño camino de las grandes preguntas, me permito plantear unas cuantas cuestiones: ¿quién hizo la primera pregunta? ¿Quién pronunció la primera palabra? ¿Quién lloró por primera vez? ¿Por qué existen el sonido y el silencio? ¿Por qué amamos? ¿Por qué morimos? ¿Por qué existimos?

    La pregunta es la representación de la exuberancia de la vida.

    28 oct 2022 / 01:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
    TEMAS
    Tema marcado como favorito
    Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.