Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h

Provocar no debe salir gratis

    SANTIAGO Abascal, presidente de Vox, sabe lo que es tener a su familia amenazada por ETA por su actividad política como miembro del PP vasco. Lo sabe por experiencia propia y porque tuvo la oportunidad de ver como la banda terrorista amenazaba primero y luego asesinaba a miembros del que era entonces su partido. Muchos de ellos se encontraban en su buzón una bala de 9mm parabellum, la munición habitualmente utilizada por ETA.

    Que Pablo Iglesias, representante de un partido votado por tres millones de españoles, junto al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, hayan recibido amenazas de muertes acompañadas de balas de cetme, munición de guerra, no es un episodio a beneficio de inventario.

    La derivada política de esas amenazas ha tenido repercusión en un debate electoral que se celebraba en la Ser porque la candidata de Vox, Rocío Monasterio, no quiso condenar esa amenaza concreta, de la que dudó que se hubiera producido y utilizó una excusa que Abascal también conoce muy bien, la equidistancia de condenar “todas las violencias”, como ha hecho el entorno etarra y en muchas ocasiones los nacionalistas vascos para equiparar los atentados de ETA con los que hubieran podido realizar las fuerzas de seguridad.

    Las continuas provocaciones de Rocío Monasterio son de carácter antidemocrático e impiden un debate sereno. Todos los hechos ocurridos en torno a la actuación de la candidata de Vox, no pueden quedar circunscritos a una estrategia de campaña, a analizar a quién beneficia el abandono de Pablo Iglesias del debate, si a este partido o a Vox, cuyos votantes estarán encantados del enfrentamiento con el líder de Unidas Podemos, o a Isabel Díaz Ayuso que según todas las encuestas necesitaría de los votos de la ultraderecha para gobernar.

    No se puede negar la evidencia de que Vox está dispuesto a hace saltar algunos fundamentos de la democracia e incluso de la Constitución y por eso no se puede contribuir a su blanqueamiento y participar en su estrategia, por lo que es preciso que los grandes partidos tomen ejemplo de lo que ocurre en otros países. Cierto que el trumpismo y la crisis económica, social y sanitaria han favorecido el fortalecimiento de una ultraderecha que se encontraba latente. Pero es preciso recordar que Angela Merkel hizo repetir unas elecciones porque uno de sus dirigentes regionales votó a favor de un Gobierno apoyado por Alternativa por Alemania.

    25 abr 2021 / 01:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
    Tema marcado como favorito