Puertas

UNO de los portavoces del bufete de abogados Martínez Echevarría del que se ha caído el tercer apellido, no se sabe muy bien si es porque Albert Rivera ha sido despedido o porque ha decidido marcharse por propia voluntad, ha afirmado que quien fuera el presidente de Ciudadanos fue contratado y acogido con los brazos abiertos para que “abriera puertas” a un despacho que estaba en plena expansión.

O sea que Albert Rivera, que aparecía como el adalid de la regeneración democrática utilizó una puerta giratoria para poner al servicio de sus nuevos colegas de despacho su agenda y las relaciones que había trabado durante su etapa de dirigente político.

Pero, ay, cómo es la ingratitud de la gente, que se olvidó de quien era cuando dejó de ser alguien que podía ser conseguidor y que cuando pretendió serlo él le dieron con la puerta en las narices.

Y tras el duro comunicado del bufete del que acaba de salir acerca de sus condiciones profesionales habrá quien se cuide de abrirle nuevas puertas.