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Reseña Musical

“Schwanengesang D. 957” (Canto del cisne), de F.Schubert por el barítono Gabriel Alonso y el pianista Javier López Jorge.

    Ciclo dedicado a F.Schubert en el Paraninfo da Universidade-20´00 h.-, y que inauguran el barítono Gabriel Alonso y el pianista Javier López Jorge, con “Schwanengesand D. 957” de F.Schubert, el barítono estudió con Milagros Obrador y J.J.Rodríguez, ampliando en la Cátedra Alfredo Kraus de la Escuela Superior Reina Sofía, con Ryland Davis, además de realizar masters con R.Raimondi, Roberto Accurso, R.Strada, Patricia Rodríguez, R. Sánchez-Vieco y el venerado Alberto Zedda. Gozamos de sus colaboraciones en el Festival de Ópera de A Coruña, como la ofrecida la temporada anterior con “La verbena de La Paloma”, o el recital en homenaje a “Chané”, en la Capilla del Hostal de los RR.CC, con la “RFG” y Maximino Zumalave. Estrenó “Dúas cantigas galegas”, de Xavier de Paz, la “Cantata Rosaliana” y la ópera “A Raiña Lupa”, de F.Vázquez Arias.

    Javier López Jorge, un puntal en los ciclos del Paraninfo, cuenta con buena escuela por sus estudios en el Royal College of Music, de Londres y los seguidos en Budapest con Andràs Kemenes, Péter Nagy, Gabor Csalog, Marta Gulyas y Rita Wagner. En el espacio vocal, siempre exigente, fue compañero del tenor británico William Morgan, con el que realizó giras europeas, y con el barítono húngaro Kornél Mikecz, en parecidas condiciones artísticas. Mantiene su relación profesional con sus maestros Kemenes, Nagy, Gulyas o Rita Wagner, en lo relativo a las labores de doctorado.

    “Schwanengesang D. 957”, grupo de lieder diferentes bajo esa denominación y producto del empeño del editor que los reunió tras la muerte del compositor y por cesión de Ferdinand, hermano del músico, que le confiará los “Rellstab-Lieder” y los “Heine-Lieder” a los que se añadirá un lied aislado. La publicación se hará en dos cuadernos absurdamente organizados. El primero de seis, sobre Rellstab y otros seis de H.Heine. Los siete de Rellstab, no queda constancia en qué fecha llegaron al músico, casi con seguridad en la primavera de 1828. El lied inacabado “Lebensmut” y Herbest” formaban parte probablemente del grupo primitivo, que habría contado con nueve. Pensó iniciarlo con “Lebensmut”, al que seguirían “Liebesbotschaft” y “Frülingssehnsucht”. La fecha en el margen del primer lied permite suponer que los siete actuales fueron compuestos seguidos unos de otros a partir del mes de agosto de 1828.

    De nuevo se encontrará con el tema de la ausencia. Todas las alegrías, las nostalgias, las evocaciones del pasado están revividas por y en la ausencia de la mujer amada. Y sin embargo, no hay ninguno que recuerde al “Winterreise”. Aquí la ausencia no supone una fijación trágica en un cuadro de soledad en la misma medida en que la ausencia no supone al comienzo el amor rechazado. La comunión cósmica es pues posible. De todo ello obtiene Schubert un grupo de lieder que encuentran su unidad en el mismo ardor vigoroso. Siete lieder pues: “Liebesbotschaft” (Mensaje de amor); “Kriegers Ahnung” (Presentimiento del guerrero); “Frühlingssehnsucht” (Nostalgia de la primavera); “Ständchen” (Serenata)- tantas veces vilipendiado en atroces lecturas-; “Aufenthalt” (Estancia); “In der Ferne” (En la distancia) y “Abschied” (Despedida)

    Lieder de H.Heine- “Heine-Lieder”-, que para los Massin, se sitúan mucho más cerca de la “Winterreise” que de los “Rellstab- Lieder”. Intuitivamente Schubert percibe el parentesco poético y casi la filiación que existe entre la búsqueda expresiva de Heine y la poesía intencionadamente sencilla de Wilhelm Müller, tal como el mismo Heine había formulado: “Solo en sus canciones creo haber encontrado la melodía pura y la verdadera sencillez que siempre había buscado ¡Qué puros y claros son estos cánticos! y son cantos populares. En mi poesía, por el contrario, solo la forma es hasta cierto punto popular; el contenido pertenece al mundo de lo convencional. Sí, soy lo bastante grande como para repetirlo una vez más e insisto sobre este punto: es la lectura de sus 77 poemas lo que me ha hecho comprende cómo se podría extraer, de las antiguas formas de las canciones populares, formas nuevas, igualmente populares, sin estar obligado a imitar la rudeza y las toscas formas de la lengua antigua.”

    Seis “Heine-Lieder”, para mantener el ideario de un curioso ciclo a espaldas del autor: “Der Atlas” (Atlas); “Ihr Bild” (Su imagen); “Das Fischermädchen” (La doncella pescadora); “Die Stadt” (La ciudad);”Am Meer” (Junto al mar) y “Der Dóppelgänger” (El doble).En observación, se mantiene la duda sobre cuál edición trabajó el músico para estas piezas. Para el barón Schönstein, sería sobre el “Buch der Lieder”, aparecido en diciembre de 1827, del que el compositor disponía de un ejemplar, en resumen, se trataría de un trabajo realizado mientras descansaba en la casa de Schober. Pese a no existir ninguna unidad cíclica, la forma o la tonalidad de los seis lieder, muestran una profunda unidad orgánica, resultando por ello una evidencia.

    El añadido al grupo, el lied sobre un texto de Seidl, seria con seguridad mucho más apreciado en su justo valor si no figurase en la inmediata y difícil vecindad de los “Heine-Lieder”, que en ningún caso puede pretender clausurar. Un retorno al ardor alegre y juvenil del paraíso perdido de su adolescencia puede bordear, en el creador, los abismos internos del conocimiento. Estamos ante “Die Taubenpost” (La paloma mensajera) o mejor dicho, el poste de palomas. En resumen, el “Schwanengesang”, valdrá como la invención del editor.

    16 mar 2021 / 01:00
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