Setenta años después

HOY el Museo das Peregrinacións e de Santiago cumple sus primeros setenta años. A lo largo del tiempo ha cambiado de ubicación, ampliado de una manera importante sus fondos y acumulado experiencia. Si en 1951 se pone en marcha como Museo de las Peregrinaciones no estará, sin embargo, en condiciones de abrir sus puertas hasta 1965, Año Santo en Compostela, haciendo, entonces, su primera exposición; y fue aquella muestra, qué duda cabe, un paso importante en la puesta en valor de todo aquello que tiene que ver con los caminos de Santiago.

La conjunción, después, de dos mundos complementarios, en su ser –el de la peregrinación y el de la ciudad de Santiago–, le llevaría a este museo a ir consolidando unos contenidos, un discurso y unos objetivos que son singularmente atractivos.

Tanto es así que su visita debiera de ser de obligado cumplimiento para los compostelanos y, de carácter prioritario –al igual que el de la Catedral–, también para todos nuestros visitantes que estén interesados en la causa jacobea.

Hoy, ante sus puertas, en
la plaza de Platerías, escucharemos, a partir de las seis de la tarde, un concierto de la Banda Municipal de Santia-go, hermosa manera de celebrar una fecha tan especial. Y es que nuestra Banda es otro de los hitos culturales significativos de esta ciudad y este rincón compostelano se ha ido convirtiendo en un espacio en el que su música nos convoca, llamando la atención de todos.

Este concierto forma parte, además, del repertorio de acciones programadas por esta institución museística, con actividades todavía pendientes hasta el próximo 20 de noviembre. Cabe decir, también, que, en todo caso, el Museo das Peregrinacións e de Santiago requiere el reconocimiento debido, a la altura de lo que es y significa.