Un gran regalo

CUANDO 2020 se despedía tuvimos un gran regalo: el papa Francisco declaraba, también, Año Santo Compostelano el 2022, con lo que tenemos, ante nosotros, un Bienio Xacobeo. Es esta una cuestión que podía esperarse pero lo llamativo es el momento en el que esta decisión papal se conoce; algo que cabría imaginar que sucediese a finales de 2021 se adelantó de tal modo que, en la organización y puesta en valor de estas dos anualidades, pueden hacerse matices sustanciales.

En el pasado junio, en las páginas de EL CORREO GALLEGO, apuntaba lo siguiente: “El Xacobeo 2021 y el de 2022 –en el supuesto de que se alargue un año la próxima anualidad jubilar– han de ser planteados desde una puesta en valor de lo propio, promocionando nuestra cultura, en general, así como todo aquello que tenga que ver con esa marca de Galicia Calidade, que nos prestigia, y de los productos y oferta, en general, de nuestra tierra. En la medida en que, como sociedad, nos recuperemos en el mayor número de ámbitos, y hasta otros, nuevos, lo venidero será mejor”.

Ahora es preciso programar y reprogramar en cualquier nivel de gestión que trate al respecto. Poco cabe esperar del primer semestre de 2021. Puede ser ya relativamente bueno, y con una mejoría ascendente, el segundo. Cabe suponer un primer semestre de 2022 muy bueno, si se saben generar inercias de lo anteriormente hecho y programar de forma adecuada. Y puede pensarse en una segunda parte de 2022 con unos niveles de aprovechamiento máximo.

Resulta imprescindible saber manejar los tiempos y sopesar los matices implícitos en cada uno de ellos. El objetivo bien puede ser que, sumados los resultados de este bienio, superemos el duplicar lo conseguido en el Xacobeo de 2010. Es posible y ojalá se consiga.