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Reseña Musical

“Un ollo de vidro”, estreno de Antón Alcalde por la “RFG”, dirigido por Paul Daniel

    Estreno y encargo, de la “RFG”, “Un ollo de vidro”, obra de Antón Alcalde, en el Auditorio de Galicia-20´00 h-, dirigida Paul Daniel, quien es también dedicatario junto a la propia orquesta, una composición que toma el título del relato homónimo de Alfonso Daniel M.Rodríguez Castelao, publicado por “Céltiga”, en 1922, en el que describe una primera persona una historia macabra, humorística e irónica. En programa también, “Das Lied von der Erde”(La Canción de la Tierra) de G.Mahler, de nuevo en arreglo de I.Farrington, y que tendrá como solistas a la mezzo Marina Pardo y al tenor Andeka Gorrotxategi. Cada personaje del relato describe un miembro de cada categoría social de la época, filtrado desde una perspectiva crítica y satírica, definiendo el estatus social su preponderancia por las condiciones económicas y que frente “al más allá”, todos se verán abocados a una lucha estéril, que la muerte iguala. La obra no pretende describir los textos programáticos y la idea musical, es principalmente metafórica, aproximándose a los textos desde una perspectiva personal y sintetizada. Cada movimiento es reelaborado con materiales preexistentes y materias vinculantes.

    Desde los primeros sonidos de la parte de violín solo en el segundo movimiento de la “Cuarta sinfonía”, de G.Mahler, al himno Medieval latino “Dies Irae”, del siglo XIII; los tres primeros sonidos del primer tema de la “Danse Macabre”, de C. Saint Saëns o la perenne pregunta sobre la existencia en “Unanswered Question”, de C.Ives, junto a la melodía extraída de “Die Trauer Gondel”, de F.Liszt o los cuatro primeros sonidos en “Die Toteninsel”, de S.Rajmaninov. Son materiales con fragmentos atomizados y reensalblados, en los que tienen cabida dos autores de absoluta vigencia, György Ligeti y Thomas Adès.

    Ligeti, por “El Gran Macabro”, ópera que tuvo un estreno en el “Liceu” de Barcelona, en un montaje de Àlex Ollé y “La Fura dels Baus”, obra de un compositor que perdió a su familia en los campos de exterminio y que tendría una excelente acogida en el Festival de Salzburgo, bajo la dirección de Esa-Pekka Salonen, con una producción escénica de Peter Sellars, antes de pasar registro discográfico con la productora “Sony”. Ligeti, que consiguió mantener un primer plano en las vanguardias, se universalizó gracias a Stanley Kubrick en “2001, A Space Odity”. Thomas Adès, con “Totentanz”, también destacó por su ópera presentada en el Festival de Salzburgo, “The Exterminating Ángel”, en una versión del filme de Buñuel “El Ángel exterminador”. Para este trabajo, el compositor inglés recurrió al escritor Tom Cairns, como libretista. La obra de Alcalde, está escrita en memoria de Castelao y como homenaje al eminente centenario de la publicación de “Un ollo de vidro”, y en rendimiento como “décollage” mortuorio, presenta los siguientes movimientos: Obertura dramática a una historia incierta; Vida, más allá de la vida y Danza entre calaveras, huesos y un ojo de vidrio.

    “Das Lied von der Erde” (La Canción de la Tierra), de Gustav Mahler, en orquestación de Ian Farrington, que vuelve tras ofrecernos su aportación sobre G.Gershwin. Solistas para esta vez, la mezzo Marina Pardo, con carrera consolidad y a la que escuchamos en citas anteriores. Experta en el género, apostó en sus comienzos con “Alexander Nevski” de S. Prokofiev, y vivió una experiencia reseñable en el rol de “García Lorca”, en “Ainadamar” de O. Golijov. Este ciclo mahleriano estuvo en su agenda también según el tratamiento de Schönberg/Richn. Siguiendo esta pauta, destaca la “Rapsodia para contralto” (Alt Rhapsodie), de Brahms, “El Amor Brujo”, de Falla, o los “Wessendonck Lieder”, interpretados con Rilling y la “Bachakademie”. En el ámbito barroco, destacan sus aportaciones con “Al Ayre Español”, de López Banzo y en concierto camerístico, su colaboración con el pianista Kennedy Moretti, con el que grabó “The Caterpillar Songs”, de I.Albéniz.

    Andeka Gorrotxategi, al que experto dan en calificar como el Franco Corelli actual por su calidad de lírico-spinto y su voz broncínea, tuvo como maestros a Ana Begoña Hernández, F.Ortiz o Elisabetta Florillo y F.Casanova. Ganó los certámenes Jaume Aragall y M.Ausensi, y su primer rol fue como “Pinkerton” de “Mme Butterfly”, para seguir con “Gabriele” de “Simon Boccanegra”. Un verdiano de pro, incorporó otros como “Floresto”, de “Attila”, “Manrico”, de “Il trovatore”, “Carlo”, de “I Masnadiere”, que se añaden a “Don José” (Carmen), “Cavaradossi” (Tosca), “Dick Johnson” (La Fanciula del West). También la zarzuela figura en sus preferencias, con títulos como “Curro Vargas”, “El Gato Montés” o “La Villana”. Pasó por coliseos de prestigio como la Ópera de Roma, la de Laussane, el San Carlo de Nápoles o la Semperoper Dresde. Fue dirigido por maestros como López Cobos, Z.Mehta, R. Abbado, Renatto Palumbo, Gómez Martínez y J.Pons.

    “Das Lied von der Erde”, un resultado del obsequio de su amigo Theobald Pollack, por una colección de poesías chinas traducidas al alemán, por Hans Betge, textos concisos y refinados muy a tono con el estado de ánimo del músico, que apostaría por este género sinfónico, al que daría cuerpo en un tiempo increíblemente corto. Hay aspectos próximos a los “Rückert-Lieder” y una inspiración en modelos orientales. En resumen insiste en el destino humano y su condición, esos sentimientos que habían marcado su propia situación. Hans Bethge (1876-1946), no conocía esa lengua, por lo que hubo de recurrir a traducciones francesas y alemanas, para su adaptación. Entre los poetas, nos encontramos con Li-Tai-Po. Funcionario de la corte imperial den siglo VIII y su coetáneo Wang-Wei, con que Mahler hallaría más afinidad, y que tendrá mayor atención en el denso tiempo final “Der Abschied”. La obra tensa el concepto de ciclo de lieder, gracias a esta dimensión de grandes recursos orquestales.

    “Das Trinkied von Jammer der Erde” (Canción báquica por la miseria de la tierra)-Li- Tao-Po-, se entrega a celebrar la comunión entre la ebriedad y el vino, como resolución para superar las miserias que agobian al humano, en la que el pasaje “Dunkel ist das Leben, ist der Tod”, imprime esa necesaria impresión obsesiva. “Der Einsame im Herbst” (El solitario en otoño)-Tchang-Tsi-, trasluce una profunda ensoñación melancólica, revestida de veladuras contrapuntísticas y de una aparente sencillez que podrá recordar el ánimo de los “Kindertotenlieder”, a fin de cuentas, su situación personal, estaba marcada por una serie de condicionantes que le acompañarán hasta sus últimos días.

    “Von del Jugend” (De la juventud)- Li-Tao- Po-, con su aire chinesco en su descripción ambiental, ante un pequeño estanque, un pabellón verde y blanco, un puente de jade y jóvenes despreocupadas que comparten sus tazas de té. “Von der Schönheit” (De la belleza)-Li- Tao-Po-, también un grupo de lozanas mozas que recogen lotos amorosamente, ante el paso de un grupo de jinetes al paso de fanfarrias. “Der Trunkene im Frühling” (El borracho en primavera)-Li- Tao- Po-, otra presumible ligereza con pizcas caricaturescas, auspiciadas por el vino que ayuda a olvidar el presente poco apacible. “Der Abschied” (La despedida)- Mong-Kao Yen/ Wang Wei-, movimiento que condensa la amplitud de los precedentes y que logra mantener el alma en vilo hasta ese sobrecogedor final: Aufs neue! Allüberall und ewig blauen licht die Fernen! Ewig...Ewig...” Obligado silencio claudicante.

    25 mar 2021 / 01:00
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