Usuarios de Santiago
COMPOSTELA cuenta, en sus días normales, con un repertorio humano variado al que debemos considerar como potencial usuario de su oferta cultural. En primer lugar, cabe aludir a sus propios ciudadanos y, por supuesto, a todos aquellos que, desde toda Galicia, vienen, hasta aquí, por la razón que sea.
De todos ellos conviene entender, como especialmente
relacionados con esta ciudad,
a los pertenecientes a esa unidad territorial, diseñada, inteligentemente, por la Xunta de
Galicia: el Área Sanitaria de
Santiago; en ella se integran lugares tales como Ordes, Ribei-ra, Padrón, A Estrada, Lalín y
Silleda; y municipios como
Teo, Brión, Ames, Val do Du-bra, Trazo, Oroso, O Pino, Touro, Boqueixón, Vedra... Pues bien, a todo este espacio, habría que añadírsele, por ejemplo, Vilagarcía de Arousa, por contar, a través del ferrocarril, con una magnífica comunicación con la capital de Galicia.
En otro orden de cosas se ha de valorar el ir y venir de las gentes foráneas. En este sentido hay dos dimensiones que hacen a Santiago perfectamente distinguible: por una parte, el ser meta del Camino y capital del mundo jacobeo; y por otra, ser reconocida como Patrimonio de la Humanidad.
Pues bien, atendiendo a la tipología de posibles usuarios, debe programarse su actividad cultural. Ahí están los públicos a los que convocar, sin olvidarse de ninguno, atendiendo a todos y partiendo de algo evidente: hay programaciones que son válidas para su generalidad y hay otras que han de ser orientadas a segmentos concretos.
Y ahí empieza la complejidad de un buen trabajo de programación, algo que no debe nacer de la suma de acciones sino de una correcta e inteligente planificación. Y lo dicho puede aplicarse, también, a toda Galicia.