Variante sudafricana
UN nuevo riesgo se cierne sobre todo el mundo tras el descubrimiento de una variante del virus covid-19 en Sudáfrica que potencialmente puede ser más infecciosa que la Delta que se expandió desde India. La advertencia de la OMS sobre la peligrosidad de la nueva cepa ha puesto en alerta a la Unión Europea y varios países han comenzado a tomar medidas para intentar frenar los contagios, prohibiendo los vuelos desde los países de África del Sur a la espera de una decisión común que afecte a Los 27.
El miedo a las consecuencias de la nueva variante del coronavirus denominada B.1.1.529 ha tenido su primera repercusión en la caída de las Bolsas de todo el mundo ante la posibilidad de que vuelvan a ser precisos confinamientos que retrasarían la salida de la crisis provocada por el covid-19, porque no se conoce cuál es la actividad del virus y si disminuirá más la eficacia de las vacunas, que ya se vio limitada por la variante Delta, y tampoco se sabe cuál puede ser la reacción inmunológica de las personas que ya han pasado la enfermedad y si los anticuerpos producidos son suficientes para evitar un nuevo contagio.
La aparición de la variante sudafricana supone un nuevo reto científico dadas sus características, al acumular un conjunto de mutaciones que nunca antes se habían dado en el mismo virus, lo que le convierte en más infeccioso.
Los expertos tendrán que trabajar con rapidez para determinar sus características y promover las medidas que contribuyan a frenar su expansión. Pero será un trabajo que llevará su tiempo por lo que la medida más rápida y coherente es la de limitar los movimientos de las personas que se encuentran en la nueva ‘zona cero’ del coronavirus y someter a cuarentena estricta a las que procedan de esos lugares.
Lo ocurrido con la variante sudafricana es la consecuencia de un proceso desigual de la vacunación. La inmunización de grupo de los países desarrollados –en los que se ha comprobado las consecuencias nefastas para la salud pública de los grupos negacionistas y de quienes no aceptan las limitaciones para frenar la expansión del virus– sirve de poco si la vacunación no se extiende de forma generalizada por todos los países del mundo.
Esa falta de vacunación es la que facilita las mutaciones del virus que pueden llegar a hacer menos eficaces las vacunas desarrolladas hasta ahora y hacer necesaria una nueva serie para atajar la nueva variante.