Viajar

CON este sugestivo nombre se acaba de presentar el programa de conciertos de música clásica del Auditorio de Galicia de Santiago. Ya el año pasado el programa también tenía un sugestivo nombre: En movimiento. Las diversas actuaciones son encabezadas en la programación con nombres bonitos como: Infinita ternura, Viaxe interior, A sombra do Cristal. Os camiños do Amor, Desde O Olimpo, Un mundo en Movemento...

El programa tiene una importante novedad no mencionada por la concejala de Cultura del ayuntamiento de Santiago en la presentación del programa: este año no tocará ninguna otra orquesta que no sea la Real Filharmonía de Galicia. No hay ninguna actuación de la Sinfónica de Galicia. Es la primera vez que sucede esto en más de un cuarto de siglo. La Sinfónica actuará, además de las usuales en A Coruña, cinco veces en Ferrol, cuatro veces en Vigo, una en Pontevedra y una en Ourense. El título de Viajes quizás se refiera también a que para escucharla los santiagueses nos tendremos que desplazar a otras ciudades gallegas. Nos tenemos que poner en movimiento como se anunciaba el año pasado.

Es inexplicable que no actúe en Santiago y justamente este año que es jacobeo. Además, la Diputación de A Coruña ha firmado un convenio con dicha orquesta para sufragar los gastos de sus actuaciones en toda la provincia. Por tanto, no es achacable su ausencia a cuestiones económicas.

En los últimos años el número de representaciones ha ido bajando hasta el cero actual. Esta ausencia es muy lamentable, dado que la orquesta es muy bienvenida y apreciada en Santiago, cosechando grandes aplausos en sus actuaciones. Por otra parte, los miembros de la orquesta están deseosos de interpretar en el Auditorio, debido a que sus condiciones acústicas son mucho mejores que las del Palacio de Ópera herculino donde actúa habitualmente. No hay explicaciones convincentes a esta marcha. No creemos que, por cuestiones de celos entre orquestas, la Real Filharmonía imponga que no actúe la Sinfónica en Compostela.

La Xunta de Galicia y el ayuntamiento, principales responsables, deberían dar explicaciones. Las actuaciones orquestales en Santiago languidecen suavemente año tras año. Sin embargo, la música clásica en Santiago atrae un número considerable de personas, alcanzando una media de 700 asistentes semanalmente y más de mil algunos días, en los que se alcanza el lleno total, cifras casi comparables con las de deportes muy populares.

Este público debería cuidarse con una planificación aceptable y así los abonados no tendrán que hacer un acto de militancia para continuar. Probablemente esta es una de las razones por las que su número permanece estancado en los últimos tiempos, cuando en A Coruña creció notablemente. Las palabras bonitas del programa de este año, aunque sean muy guay, no pueden esconder sus notables carencias.