¡Viva el Belcanto!: la soprano Jessica Pratt y el tenor Xabier Anduaga, en el Teatro Colón, de A Coruña

Clausura de la temporada de “Amigos de la Ópera de A Coruña”, en el Teatro Colón-el próximo viernes, día 16, a las 20´00-, con la soprano Jessica Pratt y el tenor Xabier Anduaga, en un programa que exalta el belcanto, entre arias, dúos y escenas de “La Traviata”, “L´elisir d´amore”, “Il Narbiere di Siviglia”, o”Doña Francisquita”, entre otras, acompañados por la “OSG”, dirigida por J.Miguel Pérez Sierra. Jessica Pratt, a la que agudos expertos dan en comparar con “la Stupenda“ Joan Sutherland, es una cantante en su momento álgido, tras haber conocido el magisterio de Renata Scotto, en la “Accademia Nazionale di Roma” y de Lella Cuberli, en Milán. Destaca igualmente la experiencia indiscutible junto al añorado Alberto Zedda, quien facilitó su participación en los festivales Rossini, de Pesaro, en los que supuso la entrega a los roles rossinianos, siempre entre sus apetencias. Desde “Matilde” de “Guillaume Tell” a “Amenaide”, de “Tancredi” o “Rosina”. Una carrera que la llevó a los grandes coliseos, desde “La Fenice” al “Covent Garden”, el “Maggio Musicale Fiorentino”, la “Staatsoper Wien” y la “Operaus Zürich”. Su presencia en nuestro país, tuvo su primera aparición en el rol de “Desdemona” (Otello), en el Teatre del Liceu, antes de rendir al público de la “ABAO”, con “La Sonnambula”. En esa relación de grandes roles, destacan “Gilda”, “Lucia di Lammermoor”, “Donna Anna”, “Violetta”, “Amina”, siempre en la tesitura de los belcantismos subidos de grado, lo que le valió el Premio “La Siola d´Or, de 2013, en memoria de la mítica Lina Pagliughi.

Xabier Anduaga, tuvo el privilegio de abrir el “Festival Donizetti”, de Bergamo, en el rol de “Leicester” (Il Castello de Kenelgworth), primera de la “Trilogía Tudor”, precisamente junto a Jessica Pratt, reconociendo que cuando haces una ópera como “L´elisir d´amore”, de dominio público, y que tantos tenores han cantando, se espera algo nuevo: un nuevo color, que le dé un plus y esta vez nadie esperaba nada. Parece que mi voz era la adecuada para el rol, consiguiendo todo un descubrimiento. Cantar con artistas como Stepan Pop, Carmela Remigio, Jessica Pratt o el director Riccardo Frizza, diría que fue todo un honor, pero es mucho más. Ya no solo en el nivel vocal, sino todo lo que te pueden aportar en cada ensayo, Cada vez que te subes a un escenario con ellos, es espectacular. La crítica, a la luz de los rendimientos, destacó la belleza, el esmalte, la luminosidad y la potencia, con una portentosa penetración tímbrica y un estimable “squillo”. Desde 2016, participa en el “Festival Rossini”, de Pesaro, cantando roles que enriquecen sus posibilidades, Pesaro siempre fue importante. Su profesora Elena Barbé, con quien trabaja desde los 18 años, le presentó a Alberto Zedda, por lo que gracias a ella, pudo atender a propuestas como “Il viaggio a Reims”, por primera vez, suponiendo el escaparate más afortunado, Con Zedda, había tenido la oportunidad de asistir a clases magistrales, en Madrid y en A Coruña.

La tarde del sábado y en “Afundación”, los aficionados pudieron asistir a la proyección de la ópera de Donizetti de “Il castello de Kenilworth” ( o Elisabeth en el Castillo de Kenyworth), una rareza de juventud, publicada recientemente y en la que participaron Jessica Pratt y Xabier Anzuaga, con Carmela Remigio, dirigidos por Riccardo Frizza y editado por la “Fondazione Teatro de Bergamo”, ópera de la que también había realizado Auber una versión distinta, “Leicester ou le Chateau de Kenilworth”. La de Donizetti se había estrenado el 6 de julio de 1829, y como voces destacadas, había contado con Adelaida Tosi, Berardo Winter, Gerardo Ambrosini y Luigia Boccabadati. Para su libreto, una inspiración que iba desde Víctor Hugo a Eugene Scribe. Primera inclusión en la historia de Inglaterra, dentro de reinado de Isabel I, para el Teatro San Carlo, de Nápoles.

Con denuedo y mucha voluntad, habremos superado este certamen de sombríos presagios. Una soberbia gala lírica agobiada por limitaciones de aforo y seguida en streamming, casi con un día de preaviso, pero con la generosa entrega de Sondra Radvanovsky, Carlos Álvarez, Simón Orfila y el recién llegado Alejandro Roy, acompañados al piano por Alfredo Abbati. Dos veladas, con idénticos condicionantes, para la muy entretenida zarzuela “La verbena de La Paloma”, de Tomás Bretón, en dos sesiones pero dentro de un curioso formato de amalgama, por los números entrelazados para sorpresa de incondicionales. Una primera, en un gesto de agradecimiento por parte de los protagonista de la gala inaugural, que no dudaron en aportar gratificantes detalles, con apunte operísticos. La aventura cundió placenteramente, al igual que la segunda, en la que voces de la tierra, puntearon el espectáculo con primores jocosos. La zarzuela barroca de J. de Nebra, “Vendado el amor, no es ciego”, con la atenta dirección de Alberto Martínez Rouco y el grupo “Los Elementos”, en una nueva demostración de solvencia, en cuanto al buen recurso de talentos cercanos.

“Mariella Devia, el “regreso de la Regina”, sentó sus reales preparándonos para el curso impartido de interpretación vocal, en su regreso tras su presentación en La Sonnambula”, en el año 1982, y que obsequió una gala única preparada para esta ocasión, acoapañada al pino por G.Zappa: “Sonetti del Petrarca”, de Ferenz Liszt; “Giovanna d´ Arco”, de G.Verdi o “Né sulla terra...Voa talor dal carcere”, de “Il corsaro”, entre otras páginas, con piezas de piano para su acompañante de Fryderyk Chopin-un par de mazurkas” y la “Arabeskw Op. 18”, de Robert Schumann. Para las “Novas voces galegas”, un espacio para la soprano Marina Penas y el barítono de la casa-“Os nosos intérpretes”, Borja Quiza, quien quiso velar la memoria de Julio Andrade Malde, al que perdimos en el mes de marzo, víctima del fatal maleficio, con una selección de canciones de la emigración gallega, el género de “Canciones de ida y vuelta”.