Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h

Voluntarioso ‘Compra do Noso’

    CUANDO la dimensión real de la crisis que se avecina apenas comienza a intuirse por la visión que la cabeza del iceberg empieza a dibujar en Cocinas Económicas y Bancos de Alimentos, surgen ya las primeras y bien intencionadas iniciativas que proponen frentes solidarios para amortiguar la caída. Una de esas propuestas la constituye ese movimiento surgido para fomentar el consumo de productos de nuestro mercado interno y hacerlo a través de un sello propio bajo el reclamo “Compra do Noso”.

    No hace muchos días que el emprendedor compostelano José Ramón García González aludía en un encuentro virtual de la Asociación para el Progreso de la Dirección a las posibilidades de nuevos negocios que la aparición de la pandemia había hecho aflorar como consecuencia de sus drásticas limitaciones de movilidad y reunión. Una situación límite que según el empresario compostelano aboca a un proceso acelerado de los tiempos y los negocios y que, desde esa obligada reconversión, presenta todo un mundo de oportunidades para quienes no se duermen en la complacencia de lo conocido. Un nuevo paradigma que, refrendando lo dicho por García González, han experimentado varios emprendedores con la suficiente agilidad e inteligencia para readaptar sus negocios a las exigencias de la nueva realidad, haciendo valer el uso de las nuevas tecnologías y generando a la vez nuevos empleos, como así sucedió.

    Una de las lecciones que deja tras de si el covid-19 tiene que ver precisamente con el escaso grado de preparación y modernización del tejido institucional, comercial y empresarial gallego para afrontar situaciones imprevistas como la de la pandemia, singularmente en los campos de la investigación, de la innovación tecnológica, de la informatización de las empresas y hasta de una adecuada logística.

    En esta tesitura, la iniciativa del “Compra do Noso” es una comprensible pero ingenua llamada a la solidaridad. Porque además de proceder del caudal de las emociones en vez de hacerlo desde la más aconsejable racionalidad, ofrece el serio riesgo de, como ocurre con las obsoletas campañas de “Merca no teu concello”, hacer olvidar la adecuación y mejora del tejido comercial a la realidad de los tiempos presentes fiándolo al relativo éxito de ese virtualismo emocional.

    Lo que Galicia precisa desde hace tiempo, mucho antes de que el coronavirus sirviera de acicate a nuestras conciencias y de descubridor de nuestras carencias, es de un proyecto de país riguroso, asentado en las potencialidades reales, con altura de miras para competir en el globalizado mercado mundial desde las especificidades que nos singularizan tanto humana como físicamente.

    Las próximas elecciones autonómicas nacen lastradas por esa impronta emocional que la pandemia ha dejado en la ciudadanía y acaso se afronten como un incómodo trámite del que salir cuanto antes. Pero es precisamente esa circunstancia inédita la que debiera servir para que el Gobierno gallego se olvidara de esa política doméstica tan suya de querer ganar las sesiones de control de cada semana con la bonanza del dato estadístico para centrarse de una vez en los grandes ejes de progreso que harán que los datos vengan de suyo por la eficiencia de las políticas económicas emprendidas. No hacerlo así lleva al tan limitativo, por más que voluntarioso, “Merca no teu concello”, “Compra do Noso”.

    24 may 2020 / 23:01
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
    TEMAS
    Tema marcado como favorito
    Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.