Como un suspiro

De vez en cuando este Camino de Santiago, que se recupera a pasos agigantados, nos da un pequeño susto que nos sacude en forma de brote de contagios entre los peregrinos. Forma parte del paisaje que nos toca vivir. Pensamos que las caminatas al aire libre ayudan a inmunizarnos pero la realidad es terca y a cada momento nos envía mensajes. El último ocurrió casi a las puertas de Santiago, en uno de los albergues de O Pino y vino a demostrar que los protocolos funcionan a la perfección y que cuando aparece algún caso se actúa de forma tan rápida como contundente. La fotografía tomada ayer es buena prueba de ello. La vida continúa, el Camino sigue y nada se detiene. Siete mil peregrinos esta pasada semana y la cota de los 50.000 a punto de alcanzarse. Es otra gran noticia.