El hemiciclo crepuscular

Ante la inminencia de las elecciones catalanas que se celebrarán el día de los enamorados –una ironía en la datación superior a la fecha de las generales del 20 de noviembre que en 2011 ganó Rajoy–, en el parlamento autonómico de esta comunidad tienen lugar estos días los últimos exámenes orales de la legislatura. Se trata de sesiones de la Diputación Permanente donde sus señorías asistentes se comportan como los bachilleres que disfrutan del relax en ese breve periodo de días que el azaroso calendario sitúa entre el fin de las pruebas finales y el remate oficial del curso. Ya sin apenas nada que discutir, el Parlament es como un instituto sin clases, donde Iceta se despide antes de ir a la universidad.