Campañas contra la Policía

NO HAY que ser ningún lince para comprobar la obsesión que existe por parte de ciertos grupos, casi siempre ligados a sectores populistas, de retratar a la Policía como un cuerpo represor que actúa movido por conductas racistas y poco humanitarias. La campaña contra las fuerzas de seguridad de todo el mundo, incluidas las españolas, se ha intensificado mucho en los últimos tiempos a causa de la desafortunada, desproporcionada y seguramente criminal operación que acabó con la muerte del ciudadano negro George Floyd en Estados Unidos, pero eso jamás debería servir de excusa para poner en cuestión el excelente trabajo general que realiza la Policía en numerosos países en los que, como España, existen rigurosos protocolos de actuación que muy rara vez quedan sin efecto. Pese a todo, las redes sociales se llenan cada día de vídeos, muchas veces manipulados y editados al gusto de quien los envía, cuyo único fin es, frecuentemente, poner en entredicho la forma de actuar de las fuerzas que velan por la seguridad del conjunto de la sociedad. Se trata, en suma, de hacer calar la idea de que “los buenos” son en realidad “los malos” y que estos últimos no son más que indefensos ciudadanos sometidos a la brutalidad y la arbitrariedad de los representantes armados del Estado. En torno a la información que ofreció ayer EL CORREO y el vídeo que fue colgado en la web, referentes a una actuación policial desarrollada en una calle de Santiago contra unos jóvenes que estaban montando bronca a primera hora de la mañana (la operación acabó en trifulca entre ambos bandos), habrá opiniones para todos los gustos. Y es bueno que las haya, pero siendo siempre conscientes de que nada de eso hubiese sucedido si el joven al que se le pidió el DNI hubiese accedido en el acto, como era su deber (y el de cualquier ciudadano), a identificarse. Ahí debería acabar el debate.

BEATRIZ CASTRO/Periodista