Ningún techo de cristal para la mujer

DEBATE También en el ámbito científico existe un techo de cristal -otro más- para las mujeres, que sufren niveles serios de discriminación en todos los aspectos de la vida. Los datos oficiales son elocuentes y muy clarificadores. La conselleira de Educación, Carmen Pomar, recordó ayer con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia que hay un mayor porcentaje de representantes femeninas en las bolsas predoctorales pero que las cifras cambian de forma radical y se invierten cuando se trata de las becas posdoctorales. Es decir, las investigadoras abandonan sus carreras por muchas cuestiones, entre ellas, la maternidad. Otra cifra arroja más elementos para el debate: sólo un 29 por ciento de los puestos de liderazgo científico están ocupados por nombres de investigadoras. Con este telón de fondo, es evidente que aún queda mucho camino por recorrer para erradicar comportamientos decimonónicos y avanzar hacia la igualdad plena. Pomar, que procede de la universidad y lideró proyectos innovadores, sabe de lo que habla cuando apuesta por implantar medidas que incentiven a las investigadoras a seguir con sus carreras. O administraciones, empresas y sociedad se vuelcan para cambiar las cosas o el ímpetu de las mujeres saltará por encima y afeará su proceder. Y con razón.