Núñez Feijóo se refuerza, Galicia no es país para Vox
EN LA ESCENA AUTONÓMICA. Poco duró la miel en los labios de Gonzalo Caballero. El líder del PSdeG logró ayer aguantar el tipo porque mantuvo los 10 diputados conseguidos en las elecciones del 28 de abril. Pero la posición de ganador en los comicios generales en Galicia le ha durado poco más de seis meses. Aunque hay empate en número de escaños, los populares vuelven a ser la primera fuerza en número de votos y Núñez Feijóo no sólo ha logrado afianzar ayer su posición de liderazgo en la comunidad donde gobierna, sino que ha conseguido también refrendarse como referente indiscutible del PP a nivel nacional. Los populares consiguieron en las cuatro provincias los mejores resultados de toda España: un 27,42 % de los votos, 6,6 puntos más que en el conjunto del Estado. El presidente todavía no ha aclarado si se presentará como candidato a unos cuartos comicios autonómicos, aunque sí lo ha sugerido. Pero los resultados de ayer, es posible que le permitan tomar posiciones ante una lucha sin cuartel que le permita revalidar el liderazgo en la Xunta. Hacer extrapolaciones de los resultados de unas generales al escenario autonómico es solo política ficción y un juego que gusta en el ejercicio del periodismo; eso sí, cada resultado sirve para observar tendencias.
Y Galicia deja claro que por el momento no es país para Vox -aquí ha funcionado el cordón sanitario de Feijóo a la formación de Santiago Abascal- y que solo los populares son capaces de hacer frente por la derecha a una alternativa progresista tripartita. Aunque sobre eso se pronunciarán los gallegos en la próxima cita autonómica con las urnas, prevista para el otoño de 2020. El PPdeG ganó en tres de las cuatro provincias gallegas (sólo perdió en Pontevedra), pero el PSdeG se impuso de nuevo en todas las ciudades salvo en Santiago. No se entiende por el lastre de la asfixia financiera soportada por Galicia ante el empecinamiento del Gobierno Sánchez, las dudas sobre la llegada a tiempo del AVE o a la política industrial que amenaza miles de puestos de trabajo (en As Pontes el PSOE ganó pero perdió más de ochocientos votos). Caballero no lo tuvo fácil, pero su partido ha demostrado que tiene campo de juego para las autonómicas a rebufo de la política estatal. Del dictado de las urnas coge folgos también el BNG, que logra regresar al Congreso de los Diputados de la mano de Néstor Rego y el liderazgo de Ana Pontón. Un solo diputado al que, seguro, harán las beiras los socialistas como una pieza más para desatascar la situación política en España.