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Afganistán, bosquejo histórico (III)

Tras la II Guerra Mundial, el gobierno afgano ha desarrollado grandes esfuerzos para organizar la administración, la enseñanza y la sanidad. A partir de ese momento y hasta ahora, todos los esfuerzos de modernización del país han tenido que luchar con dos grandes dificultades: la intolerancia religiosa y la fragmentación cultural, lingüística y étnica de los pueblos que componen el país. La monarquía afgana en este momento era una monarquía constitucional. El rey elegía un parlamento y un senado de 45 miembros vitalicios, pero había también una Asamblea Nacional compuesta por 171 diputados elegidos en las distintas partes del país. Por debajo del rey, el mayor poder le correspondía al ministro del interior, que era el encargado de nombrar gobernadores para cada provincia y de garantizar el funcionamiento del gobierno: policía, mando militar, jueces y sistema fiscal. Cada provincia estaba dividida en distritos dirigidos por un vicegobernador, y cada distrito a su vez estaba dividido en varias zonas administradas por un funcionario llamado alakadar. Estos funcionarios y los representantes de la población se reunían para resolver todos los problemas de menor importancia que no exigiesen la intervención de los tribunales, y velaban por el cumplimiento de las leyes y la recaudación de los impuestos. El gobierno de cada ciudad o de cada aldea de ciertas dimensiones correspondía a un administrador llamado malik, que por lo general era el khan de la ciudad en cuestión. Sus funciones podían ser vitalicias. A su vez, la población de cada ciudad podía elegir un portavoz llamado wakil, que era el encargado de transmitir los problemas que tenía el grupo al vicegobernador del distrito.

Tras el repliegue del Imperio Británico de Afganistán en el año 1921 fue la URSS la primera nación en reconocerlo como un nuevo estado independiente, razón por la cual Afganistán siempre estuvo muy agradecido al régimen bolchevique de Lenin. A raíz de esto se firmó el tratado amistad entre ambos países en ese mismo año, y fue ese tratado el comienzo de un proceso de apoyo financiero y construcción de infraestructuras por parte de la URSS en el nuevo país recién creado.

Tras la independencia de Afganistán el rey Amanullah (1919-1929) hizo grandes esfuerzos en pos de la modernización de la sociedad afgana, pero desgraciadamente se vieron abortados por la revuelta de 1929 que acabó por enviar al rey al exilio. Le sucedieron en el poder, tras unos meses de caos político, otra rama de la dinastía pastún encabezada por Habibullah Kalakani, al frente de los hermanos Mushabin, creándose así una nueva línea dinástica. El mayor de ellos Nadir Shah fue asesinado en 1933 y reemplazado por su joven hijo de 19 años, el rey Zaher, pero todas las decisiones políticas del país eran tomadas en realidad por los tíos del joven monarca. Bajo esta nueva dinastía el país volvió a caer en el aislamiento y retornó a todos los valores ultraconservadores. Se puso fin a las injerencias extranjeras y por lo general el país logró alcanzar la estabilidad interna, manteniendo unas buenas relaciones con sus países vecinos. Gracias a todo ello algunos afganos comenzaron a tener acceso a la educación en el extranjero. A su vuelta trajeron consigo nuevas ideas con las querían mejorar la vida de su país. Pero entre ellos y la sociedad tradicional se creó una gran fisura, que situaba en un polo a las élites urbanas y en el opuesto a la sociedad tradicional y el mundo rural.

Tras la II Guerra Mundial el mundo se dividió en dos bloques: el liderado por los EEUU, anticomunista y anticolonialista, y el bloque soviético, hacia el que se sintieron atraídas muchas naciones anteriormente colonizadas por Europa. Afganistán, un país antes tutelado por los británicos se orientó hacia Moscú en busca de ayuda militar, pero en realidad sólo con Khrushchev, que era mucho más internacionalista que Stalin, la URSS atendió esta petición afgana. A raíz de ello miles de oficiales, estudiantes y técnicos de todo tipo pasaron a formarse en el mundo soviético, a la vez que recibieron en él el adoctrinamiento político que era muy previsible. En el año 1963 el primer ministro Daoud comenzó un proceso de represión política que culminó con el encarcelamiento de muchos disidentes, arrastrando al país al estancamiento económico y ensanchando todavía más la grieta entre las élites políticas y los grupos tribales. Para evitar la ruptura el rey Zaher intentó descentralizar el poder y , como resultado de ello, se promulgó una nueva constitución, que fue recibida con el mismo entusiasmo por parte de los estudiantes de Kabul que con la indiferencia de la población rural.

La nueva constitución garantizaba la libertad política y la legalización de los partidos. El más importante de todos ellos lo fue el PDPA, o Partido Democrático del Pueblo de Afganistán, que estuvo financiado por la URSS, pero que pronto se escindió en dos: el Khalq (el Pueblo) y el Parcham (la Bandera). A llegar el año 1965 con el inicio de la intervención norteamericana en Vietnam se redujo la ayuda internacional a Afganistán, creció la pobreza y a consecuencia de ello en Kabul estudiantes e intelectuales comenzaron a verse cada vez seducidos por la idea de la necesidad de una revolución radical.

Cuando en el año 1973 el rey Zaher estaba de viaje en Italia, el primer ministro Daoud, que , a su vez era primo de ese mismo rey, dio un golpe de estado y proclamó la República Afgana. En aquellos momentos Afganistán estaba tan próximo a los soviéticos que las medidas represivas del nuevo presidente no sorprendieron en absoluto a Occidente, ni al propio bloque soviético, al que la represión y encarcelamiento de la oposición resultaban más que familiares. Pero fue en el año 1977, cuando surgió el conflicto entre la URSS y Afganistán, como consecuencia del establecimiento de lazos políticos con Egipto, Arabia Saudí y otros países. Los marxistas se organizaron y un año más tarde se produjo el asesinato de un muy conocido militante de izquierdas, que desembocó en una serie de manifestaciones de protesta, que trajeron consigo la detención de los principales líderes comunistas de Afganistán.

Los militares formados en la URSS promovieron un violento golpe de estado que acabó con la vida de Daoud y toda su familia. El PDPA subió al poder y se creó la República Democrática de Afganistán (DRA). Pero, aunque la revolución comunista tuvo éxito, sin embargo continuó la lucha entre los partidos y el gobierno estuvo básicamente en las manos de la facción Khal. En la agenda de este nuevo gobierno se incluyeron los derechos de las mujeres y su acceso a la educación, el reconocimiento legal de todas las lenguas minoritarias como oficiales y las reformas agraria y bancaria.

Estallaron distintas revueltas en todo el país, y la respuesta del gobierno fue la represión y las ejecuciones capitales. Justo entonces se firmó un nuevo Tratado de Amistad y Buena Vecindad entre Afganistán y la URSS, razón por la cual los EEUU comenzaron a mostrar su inquietud por este país. El embajador norteamericano, Adolf Dubs, fue secuestrado y asesinado por miembros del ejército afgano, que se habían formado en el KGB, mientras continuaban los tumultos populares, brutalmente reprimidos por el gobierno. En Herat, por ejemplo, murieron en estos incidentes 5000 personas y fueron asesinados 100 asesores soviéticos.

Todo ello llevó a la administración Carter a autorizar el envío de ayuda a los rebeldes antigubernamentales, lo que formalmente supuso la apertura de otro nuevo conflicto en la URSS y los EEUU. Como la tensión iba en aumento los soviéticos decidieron favorecer un golpe de estado con el fin de arrebatar el poder a Amin, que había accedido a él tras el asesinato de su predecesor, Taraki., situando en el poder a Babrak Kartmal, perteneciente a la facción Parcham del PDPA. La razón que les había llevado a esto era que Amin se había formado en los EEUU y el KGB sospechaba que pudiese ser un agente de la CIA. Como se había producido, a su vez, el triunfo de la revolución islámica en Irán y la URSS creyó que esa revolución podría ser exportada a Asia Central, por esa razón fue por la que decidió invadir Afganistán. Esa invasión no resolvió los problemas subyacentes, porque dio lugar a una serie de revueltas armadas contra ella, que culminarían con la retirada soviética, y la guerra civil que le sucedió.

26 oct 2021 / 01:00
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