Ayuso niega echar un pulso a Casado y defiende su criterio

El “basta” enarbolado por el líder del PP, Pablo Casado, este fin de semana con su rechazo al personalismo y a la megalomanía, no ha hecho cambiar la posición de Isabel Díaz Ayuso, que no se da por aludida y, aunque niega un pulso, reivindica su criterio propio: “Ser crítico no es ser desleal”.

Casado entró en el Congreso del PP de Andalucía en el cuerpo a cuerpo frente a sus críticos, asegurando que en el partido no caben ni “solistas” ni “personalismos” y que el PP no es un “talent show de megalomanías” y este lunes la presidenta madrileña le dio la razón, pero sólo en parte.

Concede Ayuso que “si cada uno va por libre” la orquesta no suena, pero también argumenta que “ser crítico” y “tener criterio propio” “no significa ser desleal”. Y, en una entrevista con TVE, insistió en que el congreso en el que buscará presidir el PP madrileño se celebre cuanto antes.

En un contexto de pugna con Génova que dura ya tres meses, denunció un “bucle” en el que los populares se enfangan y donde, aunque “nadie va contra nadie”, “todo se malinterpreta”.

Entre los malentendidos incluyó su consejo al presidente de Andalucía, Juanma Moreno, de “volar libre” y decidir sin influencias la fecha de las elecciones. Lo enmarcó en las presiones de otros partidos, pero admitió que se interpretó como un pulso a su partido, algo que negó.

También se refirió a las palabras de Casado el alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, que sigue sin desvelar si competirá contra Ayuso: “En toda orquesta hay solistas (...) no es cuestión de solistas no o solistas sí. Es una cuestión, como dijo Casado, de que la orquesta debe funcionar y que tenemos que estar al servicio de los españoles”.

Y es que, como apuntó Ayuso y comparten barones autonómicos del PP y los actores de la pugna, los votantes del PP no entienden un conflicto que dificulta estar en lo importante, porque, en palabras de la presidenta madrileña, “al final no se está hablando de lo que sucede en España”.

Los populares difieren sin embargo respecto a los culpables de la pugna.

Casado evitó hablar sobre Díaz Ayuso y aclarar a quién se dirigía su aviso, y desde Vitoria se limitó a señalar que en su partido están “todos unidos en un proyecto para construir una alternativa”.

Sin embargo, fuentes de Génova denunciaron una estrategia coordinada por parte de los liberales que conformaban en 2008 el aguirrismo, incluida su exportavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, para alterar a Casado, una acusación que en el entorno de Ayuso niegan y califican de invención.

En Sol apuntan al número dos del PP, Teodoro García Egea, como el responsable de una pugna que no existía cuando éste expresó en junio su respaldo a que Ayuso liderase el PP madrileño.

Es también el blanco de las críticas de Álvarez de Toledo, que reprocha la forma de ejercer el poder que otros denuncian en privado.