Un juzgado de Güimar abre diligencias por un presunto secuestro parental

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güímar ha incoado diligencias previas en relación con la desaparición de Tomás Gimeno y sus dos hijas, de uno y seis años de edad, de momento por la presunta comisión de un delito de secuestro. La investigación se ha declarado secreta, según informa Europa Press.

Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del Puerto Deportivo Marina Tenerife han revelado que Tomás Gimeno, desaparecido desde el martes junto a sus dos hijas, zarpó pasada la medianoche a bordo de su barco, el cual apareció el miércoles vacío y a la deriva frente al Puertito de Güímar.

En declaraciones realizadas a Radio Club Tenerife y recogidas por Europa Press, el capitán del Puerto de Santa Cruz de Tenerife, Enrique Alonso, confirmó que el padre de las niñas, de 37 años de edad, salió hasta en tres ocasiones de dicho puerto, para marcharse finalmente en su barco hacia las 00.30 horas de la noche.

Según pudieron captar las cámaras, Tomás Gimeno llegó en su coche a las 21.30 horas, lo aparcó frente al pantalán y descargó unos bolsos.

Sin embargo, el guardián que hacía el turno de noche, que lo vio de frente, en ningún momento localizó a las niñas, ni las cámaras revelan si se encontraban con él.

Tal y como relata Enrique Alonso, el padre de las pequeñas hizo tres viajes con bolsos, maletas y ropa hacia su barco y sobre las 21.50 horas volvió a salir del puerto, regresando sobre las 23.30 horas. Al parecer, necesitó comprar un cargador y salió a una gasolinera cercana, volviendo a entrar al muelle.

A las 00.30 horas, Tomás Gimeno salió finalmente con su barco, de unos seis metros de eslora, el cual sólo cuenta con un pequeño camarote.

Efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil inspeccionaban el barco en busca de cualquier pista.

Al parecer, Tomás Gimeno debía haber entregado a sus hijas a la madre, de la que está separado, el pasado martes, lo que nunca hizo.

La madre denunció ante la Guardia Civil que su expareja la llamó para decirle que no iba a verlas más, ni a él tampoco, según informaron a Efe fuentes de la investigación.

Las fuentes indicaron que el padre de las menores, de 1 y 6 años, se las llevó a las 17.00 horas del pasado martes y tendría que haberlas devuelto ese mismo día a las 21.00 horas. Posteriormente, según las mismas fuentes, la mujer, Beatriz Z., recibió la llamada de su expareja, y puso la denuncia por la desaparición.

El caso se ha catalogado, desde que se tuvo conocimiento, como una desaparición de alto riesgo y, en este momento, se investiga como un potencial secuestro parental, sin descartar otras posibles hipótesis sobre el mismo.

En diciembre, la mujer acudió a un puesto de la Guardia Civil para decir que su pareja le había amenazado verbalmente, si bien decidió no interponer ninguna denuncia.

Pese a ello, las autoridades decidieron actuar de oficio, siguiendo el protocolo de VioGén, y recientemente se habrían puesto en contacto con ella para comprobar si en los últimos meses había recibido más amenazas o sufrido algún capítulo de maltrato, algo que al parecer sigue negando ante las fuerzas policiales.

Según la descripción aportada por la asociación Sosdesaparecidos, el padre de las niñas tiene 37 años de edad, mide 1,85 metros de estatura, es de complexión normal, de pelo castaño y ojos marrones.

En cuanto a las menores desaparecidas, Anna, una bebé de un año, es rubia de ojos azules con el pelo ondulado. Mide unos 70 centímetros. Olivia, de seis años, tiene el pelo castaño, largo, y ojos marrones. Mide 1,10 metros. Llevaba un pantalón de chándal gris, suéter azul y tenis negros.

Entretanto, un amplio dispositivo retomó desde primera hora de la mañana la búsqueda de Tomás Gimeno y sus hijas. El dispositivo está formado por Guardia Civil, Salvamento Marítimo y un helicóptero del GES, y la búsqueda se lleva a cabo por tierra, mar y aire desde la punta de Anaga hasta Güimar.