Casado culpa al Gobierno del caos migratorio que padece Canarias

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado visitó ayer el muelle de Arguineguín (Gran Canaria), donde hay 860 inmigrantes, y acusó al Gobierno del colapso migratorio que se produce en Canarias. Criticó que se pase “del Open Arms y el papeles para todos a las devoluciones en caliente”.

Pablo Casado exigió al Ejecutivo que, de forma inmediata, se pongan en marcha las repatriaciones, el cumplimiento de los protocolos de la Unión Europea y la ley de extranjería, y reclamó que se desarrolle la cooperación internacional y que España recupere el liderazgo perdido.

El presidente del PP hrecordó que la frontera sur de Europa está en Canarias y pidió al Gobierno más medios para las fuerzas de seguridad, así como para el personal sanitario y las organizaciones no gubernamentales, y que se pongan en marcha los servicios de vigilancia que están inactivos. Casado hacusó de “cobardía” al presidente español, Pedro Sánchez, por “no dar la cara y sin embargo enviar a numerosos ministros a la zona de la crisis”.

A pesar de ello, el líder de los populares ofreció al Ejecutivo su apoyo en materia de seguridad, política internacional, políticas sociales y sanitarias, y lamentó que el PSOE prefiera socios como Podemos, Bildu y Ezquerra Republicana.

Además, insistió en las repatriaciones y en la cooperación nacional y dijo que entre los inmigrantes llegados a Canarias parece que hay “bastantes” que lo han hecho con documentación y proceden de Marruecos.

Aseguró que España es un actor privilegiado con África, ya que las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla están en ese continente, y señaló que el vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias “está desafiando la política internacional de España sin contar con el Gobierno y el Congreso. Para abordar la situación migratoria, Casado opinó que el Gobierno no puede estar dividido y además consideró que es una irresponsabilidad que Pablo Iglesias “ataque” a la ministra de Defensa, Margarita Robles”.

POSTURA FIRME DEL MINISTRO DE TRANSPORTES Por su parte, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, afirmó ayer que el Gobierno no pretende estabilizar un campamento o centro en Canarias y que las 7.000 plazas anunciadas por el ministro Escrivá solo aspiran a proporcionar condiciones humanitarias “lo más decorosas posibles”, antes de que los inmigrantes sean devueltos a sus países de origen.

Ábalos, en rueda de prensa en el aeropuerto Tenerife Sur, se reafirmó en que no se abrirán los traslados a la Península, pues “no dejamos de ser la puerta de entrada a Europa” y, por tanto, “no podemos dar un mensaje de que estas cosas son posibles; lo podemos admitir”.

El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, dijo que “tenemos una responsabilidad con Europa muy importante”.

Además, insistió en la importancia de buscar la colaboración de los países de origen y aseguró que España tiene que combinar una política de fronteras, “aunque es cierto que se nos complica por el cierre de fronteras derivado de la pandemia”, con una sensibilidad humanitaria “que nunca hay que perder”.

El ministro dijo que el Ejecutivo hace “verdaderos esfuerzos” para hacer frente a este fenómeno “abrumador”. Asimismo, defendió que el “gran compromiso” de los ministros de Migraciones, José Luis Escrivá, y del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quedó demostrado en los últimos días. ´

José Luis Ábalos, según informa la agencia Efe, se reunió con diferentes autoridades de las islas como el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, y el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, reconoció que es normal que “todos estén bastante angustiados”.