Casado no quiere un centroderecha bajo la tutela del extremismo
Llama a resistir frente a los cantos de sirena que les piden acercarse a Vox o los socialistas
El líder del PP, Pablo Casado, considera que su tarea, al contrario que la de José María Aznar hace 25 años, no es mover al PP al centroderecha sino recuperar para el PP a una mayoría hoy polarizada, resistiendo los “cantos de sirena” que le piden acercarse a Vox o, incluso, al PSOE.
“No quiero la unión del centroderecha tutelado por el extremismo”, defendió ayer Casado, que 25 años después de la primera victoria de José María Aznar en las elecciones generales lidera un partido con dos adversarios, Vox y Cs, en su mismo campo político.
Casado hizo esta reflexión en el acto del Aula de Liderazgo del Instituto Atlántico, para reflexionar sobre los gobiernos de Aznar cuando se cumple un cuarto de siglo de la primera victoria del PP en las elecciones generales.
Deduce Casado que si Aznar debía mover a Alianza Popular donde estaba el “centro liberal”, “la mayoría social”, él debe hacer lo contrario: “Mover a la mayoría social a la centralidad” y la moderación.
“No hay que volver a hacer al Partido Popular, hay que hacer popular al partido”, defendió, y pretende “extraer” del pasado del partido “todo lo necesario para ganar”.
Los “populares” se “desligan de lo malo, no de lo bueno”. “Al haber sido elegidos en primarias no podemos emanciparnos, ni queremos”, señaló Casado, que defendió que el PP debe resistir los cantos de sirena que buscan “forzar” que se muevan “del espacio donde nunca ha dejado de estar el PP, que es el centro derecha reformista, constitucionalista y liberal”.
Además, señaló las dificultades del actual contexto político frente al que vivió Aznar en los años 90, pues con el bipartidismo roto el PP tiene que “disparar a objetivos móviles desde una posición móvil” y porque ningún partido en Europa logra más del 30 % de los votos, informa Efe.
También aludió a la “inmediatez y la distorsión del discurso” porque actualmente se informa “cada hora” y queda “fuera” quien no insulta y grita. No está “de moda”, lamentó, un partido “serio y responsable”.