Crespo admite cobros por adjudicaciones

El considerado número dos de Gürtel, Pablo Crespo, es otro de los acusados que ha decidido reconocer su participación en las actividades delictivas de la trama en el municipio madrileño de Boadilla del Monte, donde ha admitido que medió por adjudicaciones públicas a cambio de 593.000 euros.

Varios acusados de esta pieza del caso Gürtel, que comenzará a juzgarse a partir de septiembre, han ido presentando en las últimas semanas escritos donde reconocen su participación en los hechos y aceptan ser condenados por ello, como el considerado líder de la red, Francisco Correa, y el vicepresidente de la empresa Teconsa José Luis Martínez Parra.

Como ellos, también el exdirigente del PP gallego Pablo Crespo, que cumple condena por varias ramas del caso, ha remitido dos escritos a la Audiencia Nacional donde reconoce los hechos por los que le acusa la Fiscalía y acepta ser condenado a 13 años de cárcel con la aplicación de las atenuantes de confesión y dilaciones indebidas en la pena.

La Fiscalía pide para él 64 años y 7 meses, la segunda pena más alta, por detrás de Correa (76 años y siete meses), en una pieza donde está acusado el exalcalde de Boadilla Arturo González Panero, el Albondiguilla (40 años y nueve meses); y su sucesor Juan Jesús Siguero (dos y medio).

En su escrito, al que tuvo acceso ayer Efe, Crespo admite que recibió 593.000 euros por participar en la intermediación de adjudicaciones públicas a favor de empresas como Teconsa, Constructora Hispánica y UFC, y reconoce que, junto con Correa, se concertaron con el entonces alcalde, el exdiputado del PP Alfonso Bosch, y el exjefe de la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda (EMSV) de Boadilla César Tomás Martín Morales, también acusados, para la concesión pública de unos terrenos.

Una mecánica que va describiendo Crespo en relación a otros procesos de adjudicación como la obra del Parque del Deporte y la Salud, adjudicada a Constructora Hispánica, empresa de Alfonso García Pozuelo, condenado en el caso Gürtel, y quien “abonó una comisión de entre el 3 y el 4% del precio de adjudicación”, según el acusado, que admite que cobró 120.000 euros por participar.

Este procedimiento “fue controlado” por Correa “a través” del alcalde González Panero, según Crespo, que menciona otras operativas de la trama realizadas con “el conocimiento, aprobación y apoyo” del entonces regidor.

Éste, señala, tenía “reuniones en el día a día” con Isabel Jordán, que administraba empresas de la red y que se reunía con Martín Morales y el exdiputado Bosch, “esporádicamente retribuido por las facilidades” que les daba.

Crespo indica que no puede “aportar mucha información” sobre los cobros del exalcalde porque quien llevaba la relación con él era Correa, y cuenta que llegaron a elaborarse unas “reglas de conducta” sobre los “negocios” en Boadilla.