Desembarco de los líderes nacionales en el cierre de campaña

La campaña electoral echó este viernes el cierre en Castilla y León tras semanas de intensa actividad política, con la carne, la despoblación, la reforma laboral y hasta el terrorismo como argumentos, y con el foco nacional encendido desde que el 20 de diciembre el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, decidió adelantar los comicios por primera vez en la historia de esta autonomía.

Los líderes nacionales de los principales partidos coincidieron en Valladolid en los mítines de cierre de campaña, marcados por una llamada generalizada a la participación y por los mensajes de última hora para movilizar el voto y desactivar el de el resto de opciones, informa Efe.

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, arropó al candidato socialista, Luis Tudanca; el líder nacional del PP, Pablo Casado, hizo lo propio con el presidente de la Junta y candidato popular a la reelección, Alfonso Fernández Mañueco; la ministra Ione Belarra acompañó a Pablo Fernández (Unidas Podemos); el presidente nacional de Vox, Santiago Abascal, apoyó a Juan García-Gallardo, y la presidenta de Cs, Inés Arrimadas, aplaudió a Francisco Igea; mientras que el resto de partidos con opciones de obtener representación -UPL, Soria YA y Por Ávila- completaron sus actos en sus provincias de referencia.

En la Cúpula del Milenio de Valladolid, un lugar que tiene para él un significado singular porque fue uno de los primeros espacios que llenó en su campaña de primarias para recuperar el liderazgo del PSOE, el presidente y secretario general socialista, Pedro Sánchez, reprochó a Pablo Casado que crea que la política consiste en fotografiarse ante ovejas o vacas y dio por desmontadas las acusaciones de “pucherazo” por parte de este partido en la votación de la reforma laboral.

“¡Vaya semanas que lleva el PP! ¡Qué paciencia hay que tener”, dijo irónicamente para referirse a la votación de la reforma laboral que salió adelante por el error del diputado popular Alberto Casero.

Por su parte, el candidato socialista en Castilla y León, Luis Tudanca, incidió en que no basta con ganar como en 2019, sino que “hay que gobernar” frente a una derecha que “está dispuesta a todo para estar en el poder”, convencido de que los ciudadanos darán al PP “una lección que nunca van a olvidar”.

En la Feria de Muestras de Valladolid, a poco menos de un kilómetro de distancia del acto del PSOE, el PP reunió a Casado con Mañueco y también con el presidente gallego, Alberto Núñez Feijoo, y la madrileña, Isabel Díaz Ayuso.

Casado pidió que quienes quieran que en Castilla y León gobierne el PP, la “alternativa sensata”, voten al PP y que no les engañen con “carambolas” ni “señuelos”.

Feijóo recalcó que el pacto que debe buscar el PP es el de “las urnas” y el de los “votos” de los ciudadanos, frente al acuerdo del “inmenso lío” que atribuye al PSOE, a Unidas Podemos, a partidos creados “hace 15 días” y a quienes quieren gobernar con el PP, pero no que se vote al PP, en referencia a Vox.

También se refirió a las fake, en este caso por la forma en que Mañueco convocó estas elecciones, con la ruptura de su pacto de gobierno, la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, quien defendió que el suyo es el único partido que “no está cavando trincheras en España” y solicitó “un baño de realidad de los ciudadanos en las urnas”.

En un sentido similar, el candidato de Cs y exvicepresidente de la Junta, Francisco Igea, pidió cerrar la puerta a quienes usan la “mentira” para llegar donde nunca debieron, en referencia al presidente de la Junta y candidato del PP y a su forma de romper el gobierno de coalición y convocar este adelanto.

En el caso de la candidatura de Unidas Podemos, la secretaria general de los morados y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, acusó al PP de ser una “banda de ladrones.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, apuró las últimas horas para exigir a Mañueco que aclare con quién va a pactar para gobernar, y se preguntó si “la política de pactos del PP” depende de él, del presidente del partido, Pablo Casado, o de Bruselas.