El Gobierno dibuja un futuro económico más optimista en el año 2050, salvo para la jubilación

El plan del Gobierno España 2050 plantea un escenario económico a tres décadas mejor al actual, con menos paro, menos horas de trabajo, menos economía sumergida, una menor brecha de PIB respecto a los países europeos más ricos, mayor productividad, empresas de mayor tamaño o menores desigualdades, según informa Efe al respecto.

Sin embargo, en cuanto a las pensiones, reconoce la presión que el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida ejercerán sobre el sistema, lo que podría dejar “obsoleta” la edad legal de jubilación a los 67 años de edad. Según el informe, en 2050 por cada persona mayor de 64 años habrá 1,7 en edad de trabajar, frente a las 3,4 actuales.

El gasto en pensiones contributivas se situará en una horquilla del 15,2 al 16,9 % del PIB frente al 10,8.

El plan considera que la jubilación a los 67 años, la edad legal fijada para 2027, “no es un umbral bajo” en el contexto europeo, aunque sí constituye sin embargo “un límite estático que puede quedar obsoleto”.

Y añade que una vía alternativa puede ser actuar sobre la edad efectiva de jubilación, ofreciendo incentivos.

Apunta a una serie de objetivos para las próximas décadas como puede ser pasar del 62 % de tasa de empleo actual al 80; es decir, incrementar más de quince puntos la inserción laboral, mientras baja la tasa de paro en once, del 18 al 7 %.

Para ello, incide en la necesidad de elevar la ocupación especialmente en dos colectivos -mujeres y mayores de 55 años- e ir recortando la tasa de paro juvenil de cerca del 40 % actual al 14 en 2050.

Apunta a una reducción de la tasa de temporalidad del 26 al 15 % en 2050 para converger con los niveles europeos.

En cuanto a las horas trabajadas a la semana, se plantea una reducción de una hora por década, desde las 37,7 de media actuales hasta las 35 horas en 2050, cuando también se espera haber zanjado la brecha de género.

Estos objetivos se enmarcan en un contexto en el que el “envejecimiento hará que haya 3,7 millones menos de potenciales trabajadores”.

“Para neutralizar esta pérdida de fuerza laboral, habrá que aumentar las tasas de empleo de las mujeres, los jóvenes y las personas mayores de 55 años; incentivar la inmigración legal y potenciar la recuperación y atracción de talento”, señala el texto.

En este capítulo, se fija como objetivo reducir a la mitad -del 20 al 10 % del PIB- el volumen de la economía sumergida en 2050 para equipararlo con el de los países más avanzados de la UE.

Propone mayor dotación para la administración tributaria, mejor coordinación entre la Hacienda estatal y las autonómicas o impulsar las nuevas tecnologías.

Otros objetivos son la reducción del 22 al 10 % de la brecha de renta per cápita con la UE8 o una inversión en investigación y desarrollo (pública y privada) del 3 % en 2030 y el 4, o elevar la productividad laboral y el tamaño medio de las empresas.

En su presentación, el presidente, Pedro Sánchez, anunció la apertura de “un gran diálogo nacional” para analizar los retos del país en los próximos treinta años e intentar construir desde la unidad la España de 2050.

El informe, realizado de forma altruista por un centenar de expertos de diversos ámbitos y que fija prioridades y objetivos para ese horizonte temporal de tres décadas, fue el escenario en el que Pedro Sánchez avanzó la puesta en marcha del diálogo.

Arropado por sus cuatro vicepresidentas (Carmen Calvo, Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera), el vicepresidente de la Comisión Europea Maros Sefcovic; las presidentas del Congreso y el Senado (Meritxell Batet y Pilar Llop, respectivamente) y numerosos empresarios, entre otros asistentes, lanzó un mensaje de optimismo en la España del futuro.

Con una docena de grandes ejes, el plan incluye una apuesta por un rediseño de las prestaciones sociales hacia un modelo que “proteja a la ciudadanía en función de sus necesidades y no sólo de su historial laboral”, junto a una reforma fiscal para aumentar su capacidad recaudatoria y su progresividad sin comprometer la sostenibilidad de las cuentas públicas.

Coincidiendo con la crisis migratoria en Ceuta, aboga por el fomento de la inmigración legal y de la captación de talento extranjero como vías adicionales para dinamizar la economía y apuntalar la viabilidad del estado de bienestar y los servicios públicos.

Propone modernizar la administración pública, un modelo de desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente, un apoyo contundente a la innovación en todos los frentes y una modernización del tejido productivo y de la cultura empresarial.

Los jóvenes tienen un apartado específico en el que destaca una “ampliación drástica” de sus oportunidades, especialmente en ámbitos como la educación, el empleo y el acceso a la vivienda, así como la consecución de la plena igualdad de género.

Pese al llamamiento al diálogo, el informe fue criticado por el líder del Partido Popular, Pablo Casado, quien consideró un “insulto” que Sánchez hable de la España “virtual” del año 2050 cuando “la real necesita soluciones reales e inmediatas”.

El documento augura que España se verá obligada a cerrar centros educativos por la pérdida de 800.000 alumnos de aquí al año 2050.

Con respecto a la inmigración, proyecta un saldo migratorio de unas 191.000 personas al año.

Entre las recomendaciones, se plantea prohibir los vuelos en trayectos que se puedan realizar en tren en menos de dos horas y media y crear un impuesto sobre el uso real del vehículo.

Aboga por reducir la ingesta de alimentos de origen animal y la adquisición de prendas de vestir o de dispositivos digitales y electrodomésticos.