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El Gobierno explora la ley del ‘sí es sí’ para parar las rebajas

Podemos habla de “presiones” al PSOE para que cambie la norma // La intención de Moncloa es avanzar en la reforma de la ley

El Gobierno se ha hecho de rogar, pero después de aguantar el tipo con más de 200 rebajas de condena a violadores y el desgaste que supone cada una nueva que se conoce, ha decidido explorar la vía que se le venía reclamando desde que entró en vigor la ley del sí es sí: reformarla «para garantizar que no vuelva a suceder, resolviendo a futuro los problemas detectados», señalaron ayer fuentes del Ejecutivo.

Desde Podemos se admite que «siguen trabajando en ello» y que «el Gobierno no ha parado de buscar fórmulas para que la ley se aplique de forma correcta, compartiendo la preocupación social por las decisiones de aquellos jueces que están decidiendo rebajar penas». No obstante, aseguran que «a día de hoy no hay acuerdo sobre una solución válida», y reprochan que el PSOE reciba «presiones para volver al modelo anterior y que el consentimiento deje de ser el centro del Código Penal», punto sobre el que pivota toda la reforma y sin el cual se convertiría en inútil.

Desde Moncloa, por su parte, aseguran que esas supuestas presiones solo provienen de la calle, de la ciudadanía, no de ningún otro sitio. Previamente, fuentes del Ejecutivo habían insistido en la dificultad que plantea la reforma de la ley y la necesidad de «abordar con responsabilidad esta situación», lo que obliga a hacerlo con «detenimiento», dada su complejidad «desde el punto de vista técnico».

Temor a un desplome electoral. «Se está haciendo un trabajo muy serio y riguroso, desde que se conocieron las primeras resoluciones judiciales, para garantizar que no vuelvan a suceder, resolviendo a futuro los problemas detectados», insisten desde el Gobierno, en cuyo seno había quien defendía la necesidad de dar este paso, pese a los temores que planteaba el propio Pedro Sánchez, consistentes en que ello supusiera romper el Ejecutivo o un desplome electoral de Unidas Podemos que le hiciera irrelevante de cara a las próximas elecciones.

En cualquier caso, y pese a los cambios anunciados, que desde la dirección del PSOE consideran una noticia «buenísima» a unos meses de los comicios de mayo, el Ejecutivo no ha cambiado en ningún momento su discurso y sigue manteniendo que la ley del sí es sí es buena: «Una conquista del movimiento feminista, nacida para proteger más a las víctimas», porque «tipifica como delito actitudes machistas que antes no eran consideradas» como tales y hace hincapié en el consentimiento en línea con el Convenio de Estambul.

No obstante, resulta una obviedad que se han «constatado algunos efectos indeseados» que han producido una «preocupación social», que el Ejecutivo comparte, apuntan las mismas fuentes. Un resultado que no era difícil de prever cuando asimilas los abusos a las agresiones, lo que te obliga a bajar el abanico de penas de prisión previstas. En cualquier caso, aumentar el castigo punitivo nunca estuvo en el ánimo del legislador en esta norma.

A partir de la reforma. La intención de avanzar en la reforma, como adelantó ayer La Vanguardia, pretende garantizar que no vuelvan a sucederse rebajas de condena, para lo que será necesario modificar la norma, de tal forma que, al menos, los delitos cometidos tras la entrada en vigor del cambio, ya no se vean afectados.

El Ejecutivo, no obstante, prefiere curarse en salud señalando que en cualquier caso la aplicación del cambio, como ha ocurrido con la propia ley del sí es sí, dependerá de los jueces, que pueden seguir acordando rebajas de condenas en los casos que crean que la nueva norma es más beneficiosa para el reo, porque sigue siendo un principio fundamental del derecho aplicar la norma más favorable con carácter retroactivo; lo que está vetado es hacerlo con la más perjudicial.

En un tono elegante y conciliador, que luego desde Podemos se ha puesto en cierto modo en entredicho, desde Moncloa, para la reforma de la norma estrella del ministerio de Irene Montero, se apuntaba a un trabajo común de los partidos que componen el Gobierno, «de la mano de la ministra de Igualdad en todo momento».

PODEMOS ATACA. Ayer los primeros espadas de Podemos salieron en tromba contra la «derecha judicial y mediática», a la que acusaron de «presionar» al PSOE para eliminar el consentimiento del centro de la norma. Tratan así de distanciarse del ala socialista del Gobierno, pero sin negar posibles cambios en la norma del sí es sí, informa Ana Cabanillas.

«Con la ley anterior, si una mujer no había cerrado fuerte las piernas, a lo mejor es que le apetecía y no era violación. Si la drogaban con burundanga, no era violación. Hoy los sectores conservadores de la política, medios y de la judicatura presionan al PSOE para volver a ese modelo», aseguraba en redes el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, en línea con la secretaria general del partido, Ione Belarra, que denunciaba que «se redobla la presión de la derecha judicial y mediática para volver al modelo anterior del PP».

CRÍTICAS A LOS JUECES. «Hay unos jueces que están pasando por encima de los derechos de las mujeres, dejándolas desprotegidas. Es inconcebible», manifestó ayer Isa Serra, coportavoz de Podemos y asesora del Ministerio de Igualdad, que señaló que «son una minoría los jueces que están aplicando mal la ley». En un acto de Podemos, Serra denunció las «presiones por parte de sectores conservadores que quieren volver al modelo anterior, que quieren echar para atrás el consentimiento. Y nuestro socio de gobierno también está sufriendo esas presiones». En este sentido, advirtió que se trata de «una absoluta ofensiva contra los avances feministas». «Pero los sectores conservadores le decimos que el feminismo es imparable y que vamos a seguir avanzando», zanjó la dirigente morada.

29 ene 2023 / 06:00
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