El pacto con Rabat, garantía para la integridad territorial

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se pronunció este miércoles por primera vez desde que se conociera el viernes el acuerdo con Marruecos sobre el futuro del Sáhara Occidental, y lo hizo en Ceuta y Melilla para destacar que ese pacto es garantía de la integridad territorial de ambas ciudades, informa Efe.

Ante los presidentes de Ceuta y Melilla, se felicitó por un acuerdo que pone fin a una crisis “insostenible” con el país vecino que, además, sienta las bases para una relación bilateral “mucho más sólida” en materia de seguridad, movilidad fronteriza e inmigración después de los recientes saltos a la valla.

De hecho, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, viajará el 1 de abril a Rabat para empezar a materializar esa nueva “cooperación reforzada” con Marruecos, comenzando por la apertura de las fronteras que llegará “muy pronto”.

“A partir de ahí irán conociendo los siguientes pasos que van a dar los dos gobiernos, pero todos van a ser buenos y positivos”, garantizó.

Defendió las bondades de un pacto que asegura la integridad territorial de ambos países y que pone fin a una grave crisis que se inició hace diez meses con el asalto masivo a la frontera provocado, a su vez, por la presencia en España del líder de Frente Polisario sin saberlo Rabat.

“Si recordamos lo que pasó en mayo de 2021, todos sabemos qué importante es tener una buena relación con Marruecos”, argumentó Sánchez, que reconoció que había una crisis abierta “que teníamos que resolver”.

El cierre de esa crisis con Marruecos ha provocado la apertura de otra con Argelia, uno de los principales suministradores de gas a España y que ha retirado a su embajador en Madrid.

Sánchez dijo “respetar” la decisión del Gobierno argelino y avanzó que España hará “todo lo que esté en su mano” por resolver esta situación con un socio estratégico.

Con respecto a la nueva posición española sobre el Sáhara Occidental, en la que se admite que se conceda una autonomía a la antigua colonia dentro del Reino de Marruecos, indicó que va en línea de la mantenida por anteriores Gobiernos de PSOE y PP y no difiere de la seguida por países como Francia o Alemania.

Lo importante, dijo, es que “deben ser las partes quienes acuerden la solución”.

Duras críticas a Albares. ara intentar calmar a los socios de coalición de Unidas Podemos, que critican este giro radical de la política exterior española, el ministro Albares aseguró que España “no abandonará” a los saharauis y que las nuevas relaciones con Marruecos se basarán en la “transparencia, el respeto mutuo y los acuerdos adoptados y la abstención de toda acción unilateral”.

Según el titular de Exteriores, el plan marroquí para el Sáhara es el más “serio, creíble y realista”, y es una “gran oportunidad para desencallar una situación que dura ya 46 años, demasiados”, sobre todo para los saharauis.

“Una población a la que España no va a abandonar. España sigue y seguirá comprometida con ellos”, afirmó.

A su juicio, era “imperativo poner fin a la tensión y falta de comunicación” entre dos vecinos y con un alto volumen de intercambio económico y social, y era preciso no hacerlo de manera “coyuntural, sino sentando las bases de una relación más fuerte”.

Explicaciones que no convencen a sus socios de coalielaboran están elaborando una iniciativa legislativa, previsiblemente una proposición de ley, en apoyo al Sáhara para dejar clara la postura de Podemos respecto al nuevo rumbo del ala socialista en apoyo a las tesis de Rabat.

“Un giro inexplicable” que no responde “ni al espíritu de la coalición progresista, ni al acuerdo de Gobierno ni a su propio programa electoral”, alertó la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra.

Y es que aunque reiteró que no se plantean romper el Gobierno de coalición, algunos socios como ERC o Más País sí alertan de que la legislatura se le puede ir de las manos a Sánchez. Es más, fuentes de ERC no descartan pedir la reprobación de Albares si hay problemas de suministro del gas con Argelia por ello.