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España destinará 1.350 millones al año contra el cambio climático desde 2025

Sánchez avanza un aumento del 50% en la financiación para erradicar dicha problemática // Los mandos europeos llaman a actuar ante la grave situación // Vuelan críticas desde América Latina

“Esta es la década que determinará las próximas generaciones” y no nos queda otra que llegar “a donde hay que estar” o incluso “ir más lejos”... Es hora de ponernos “en pie de guerra” contra la crisis climática y dirigir nuestra vista a una “revolución industrial sostenible” porque “si fracasamos, nuestros hijos no nos perdonarán. Nos juzgarán con amargura, y tendrán razón”. Así que “basta de cavar nuestra propia tumba”.

Con esas palabras, distintos líderes mundiales han alertado este lunes sobre la importancia de combatir la contaminación y la sobreexplotación que asola a esa esfera achatada por dos polos que conquistamos y a la que denominamos planeta. A fin de conseguirlo, y con el objetivo de ser “climáticamente neutros” en 2050, España “hará su parte” con un nuevo compromiso a nivel estatal: incrementar un 50% su aportación al Fondo Verde del Clima hasta llegar a los 1.350 millones de euros al año a partir del próximo 2025.

Así lo avanzó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención de ayer en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que actualmente se desarrolla en la fría y húmeda Glasgow (Reino Unido). En un día en el que hizo falta tirar de paraguas en la urbe escocesa, el socialista fue el primero en hablar tras el acto de inauguración, manifestando que “la certeza sobre los catastróficos riesgos de la emergencia climática es cada vez mayor” y los científicos certifican el “código rojo”.

Por ello, entre los pasos que tocan ir dando ahora, “debemos abandonar los combustibles fósiles y es fundamental proteger la biodiversidad y proteger los océanos y la Antártica”, resaltó, indicando que “nuestras sociedades, y este es uno de los principales retos que tenemos por delante, deben percibir la transición ecológica no como una amenaza sino como una inmensa oportunidad de crecimiento económico inclusivo”.

En ese sentido, apuntó que España ha reducido la generación eléctrica de carbón en un 90 por ciento en los últimos cuatro años y lo ha hecho “con diálogo y paz social” porque, a su parecer, la transición ecológica “debe ser justa”. Además, recordó se van a destinar casi 30.000 millones en los próximos tres años a dicho campo. Una cuantía que se configura como “la mejor expresión de nuestra voluntad política”, dijo.

Sánchez, que cree que el objetivo de lograr a nivel global 100.000 millones de dólares de financiación climática “va a ser una de las pruebas de fuego de la COP26 a la hora de recuperar la confianza entre los países del norte y del sur”, hizo referencia a otro de los propósitos de nuestro país que ya había comentado en la cumbre del G20, celebrada en Roma este fin de semana, y relativo a que se destinarán el 20% de nuestros derechos especiales de giro a naciones que sean vulnerables, con un mínimo de 350 millones de euros que al menos llegarán a las mismas.

EE.UU. Y LA “DÉCADA DECISIVA”. A la intervención de Sánchez se sumaron progresivamente las de otros líderes mundiales como el presidente estadounidense, Joe Biden, quien pidió que la COP26 sea “el punto de partida de una década de ambición e innovación” para luchar contra la “amenaza existencial” del cambio climático. “Esta es la década que determinará las próximas generaciones. Es la década decisiva en la que tenemos la oportunidad de demostrarnos que podemos mantener el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5 grados”, manifestó.

Entre sus apuestas para combatir esta problemática, el demócrata señaló que EE.UU. destinará desde 2024 un cómputo de 3.000 millones de dólares anuales a la financiación de países vulnerables para ayudarles a adaptarse al incremento del nivel del mar, a las sequías, las inundaciones y otros impactos medioambientales del calentamiento global.

MERKEL PIDE LLEGAR “A DONDE HAY QUE ESTAR” Y DRAGHI INCLUSO “IR MÁS LEJOS”. Por su parte, a nivel germano, la aún canciller Angela Merkel instó este lunes a los países a elevar sus propósitos de reducción de emisiones pues el ritmo actual no permite llegar “a donde hay que estar”. En este contexto, reafirmó el compromiso de Alemania para lograr “cero emisiones” en 2045 y rebajarlas en un 65 % frente al nivel de la década de 1990 para el 2030, así como incrementar de 4 a 6 millones su aportación anual al fondo para los países pobres en 2025.

Además, apostó por aplicar una tarifa unitaria al dióxido de carbono para fomentar una transición hacia las energías limpias. “Si ponemos un precio a las emisiones de CO2, nos aseguraremos de que nuestra industria, nuestras empresas, puedan desarrollar las mejores tecnologías y modelos para alcanzar la neutralidad de emisiones”, comentó en sintonía con la proposición de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien requirió a la comunidad internacional que se graven debido a que “la naturaleza no puede pagar más ese precio”.

En relación a la postura romana, Mario Draghi, jefe del Gobierno de Italia y antiguo responsable del Banco Central Europeo, instó ayer a los 120 líderes mundiales reunidos en Glasgow a “ir más lejos “ de los compromisos adquiridos por los países del G20 en su reunión de Roma del pasado fin de semana.

Para el primer ministro italiano, es el momento de “usar los recursos” puestos a disposición por el sector privado y “encontrar una forma inteligente para gastarlos”. “Necesitamos, ante todo y sobre todo, que todos los bancos multilaterales de desarrollo puedan hacer que todo este dinero se use por una buena causa”, añadió en esta línea.

FRANCIA EXIGE QUE SE VERIFIQUE SI EL DINERO PARA COMBATIR EL CAMBIO CLIMÁTICO LLEGA A PAÍSES POBRES. Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, reclamó que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se encargue de verificar anualmente que las transferencias financieras de los Estados ricos efectivamente lleguen a los países en desarrollo para hacer frente al cambio climático. “Los países de África, del Pacífico, del Caribe y de América Latina y Sudamérica que más lo necesitan no son los que reciben más de esa financiación, lo sabemos”, denunció al respecto.

“SI FRACASAMOS NUESTROS HIJOS NO NOS LO PERDONARÁN”, APUNTA JOHNSON. Otra de los líderes que intervino en la COP16 este lunes fue el primer ministro británico, Boris Johnson, que como dirigente de la nación anfitriona inauguró la cumbre con un llamamiento a que la conferencia sea el “principio del fin” de la lucha contra el cambio climático, para que las futuras generaciones sufran menos las consecuencias del calentamiento global. “Si fracasamos, nuestros hijos no nos perdonarán. Nos juzgarán con amargura, y tendrán razón”, indicó.

más INtERVENCIONES DESTACADAS. A mayores de Sánchez, Macron, Merkel, Draghi o Johnson, en el marco del ámbito europeo otras declaraciones destacadas fueron las de el príncipe Carlos, que instó al mundo a ponerse “en pie de guerra” para afrontar la emergencia climática; el secretario general de la ONU, António Guterres, que pidió a la comunidad internacional que se comprometa a recortar las emisiones de CO2 en al menos un 45 % para 2030 con el propósito de no “cavar nuestra propia tumba”; y el naturalista británico David Attenborough, que dijo que “una nueva revolución industrial sostenible es esencial”. Los tres intervinieron durante la inauguración de la conferencia junto al “premier” y antes que Sánchez.

MÁS PAÍSES: ENTRE RETOS Y CRÍTICAS. Además de los citados estados y sus dirigentes, también participaron ayer el primer ministro indio, Narendra Modi, que se comprometió a que su país alcance el nivel de cero emisiones netas de carbono en 2070; el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, que subrayó que Panamá es uno de solo tres países en el mundo cuyas emisiones son “carbono negativo”; o el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, que anunció la ampliación de la reserva marina de las Galápagos otros 60.000 kilómetros cuadrados.

También presentes, y presentando duras críticas, estuvieron el presidente de Bolivia, Luis Arce, que pidió a los países desarrollados que asuman su “responsabilidad” en la crisis climática y denunció que la comunidad internacional busca aprovechar la misma para imponer un nuevo “colonialismo del carbono” ligado al “capitalismo verde”; o el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, que pidió a los líderes mundiales “la compensación” prometida ante las catástrofes potenciadas por el cambio climático, como los huracanes Eta e Iota.

02 nov 2021 / 01:00
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